A finales de los años 30, mientras millones de estadounidenses quedaban aterrorizados escuchando la 'Guerra de los Mundos' de Orson Wells pensando que presenciaban una invasión real de alienígenas, al otro lado del Atlántico, otra persona en España usaba la misma herramienta, pero con un fin mucho menos experimental. Gonzalo Queipo de Llano también usaba el poder de la radio para aterrorizar a muchos españoles.
El que fuera conocido como uno de los hombres más peligrosos de Franco expresaba auténticas barbaridades pegado al micrófono: animaba a violar a las mujeres de los rojos, amenazaba con destruir pueblos enteros y otras barbaridades del tipo: "Os voy matar como a perros. Si estáis muertos os voy a sacar y os voy a volver a ejecutar". Queipo de Llano provocó terror en la población, con la que se ensañó incluso cuando huía. A este representante del régimen se le atribuye la muerte de miles de andaluces.
Sin embargo, la dictadura convirtió su sangriento currículum en una gesta heroica. Aun hoy es increíble cómo 'logró' adueñarse de la capital andaluza. "Se marcó la leyenda de que con 180 soldaditos conquistaron 'Sevilla la Roja'. Pero iban cientos de soldados casa por casa, pedían carnets de sindicatos, y cuando iban andando por la calle eran ametrallados a sangre fría", explica Javier Monrosi, historiador y hermano de 'La Macarena', lugar donde fue enterrado este personaje que, en realidad, nunca perteneció a ningún bando salvo al suyo.
"Cuando se instaló la república era el más republicano de todos. Abrazó todos los regímenes que le dieran una posición de poder. Queipo de Llano ni fue fascista, ni franquista, ni republicano… fue 'queipista'", asegura Monrosi. Por eso, después de la guerra, Franco se lo quitó de encima: "Le llamaban el 'Virrey de Andalucía' de tanto poder que tenía. Era un hombre incómodo, y eso le sirvió de pretexto al caudillo para quitárselo de en medio".