Cinco riadas en siete años

Miquel, vecino de Alcanar, sobre por qué no vende su casa: "No me quedo con la conciencia tranquila de meterle un puro al que venga detrás y se ahogue"

Miquel se mudó con su familia hace unos cinco años a Alcanar para retirarse y "vivir una vida tranquila". Ahora, cuando llueve, no puede dormir. Su casa está situada sobre un barranco y sufre continuas inundaciones, pero nadie se lo dijo cuando la compró, cuenta en Salvados.

Miquel, vecino de Alcanar, sobre por qué no vende su casa: "No me quedo con la conciencia tranquila de meterle un puro al que venga detrás y se ahogue"

Tras hablar con Joan Roig, el alcalde de Alcanar (Tarragona), Gonzo pasea por las calles del municipio para hablar con sus vecinos, que han sufrido cinco riadas en apenas siete años. Aunque la primera vez pensaron que se debía a la mala suerte, pronto se dieron cuenta de que su situación era mucho peor y que iba más allá. "Nuestro pueblo es uno de los epicentros del cambio climático del litoral catalán", resume el edil en este reportaje de Salvados.

Roig habla con sus vecinos y escucha sus peticiones. También lo hace el periodista. En algunos de los puntos del pueblo la devastación es más que evidente todavía. La última DANA, especialmente virulenta, les golpeó hace apenas un par de meses y así lo demuestran algunos de los vídeos que grabaron quienes estaban allí presentes.

Las diez casas del barranco del Llop

Uno de ellos era Didac Pla Grañana, quien compró su casa en 2010 en Alcanar. "Nosotros preguntamos al Ayuntamiento si estaba todo en regla, los permisos correctos, y estaba todo correcto, no sabíamos en ningún momento que estábamos en medio de un barranco", cuenta en el programa de laSexta tras mostrar al periodista los efectos del último temporal.

"Todo esto es consecuencia de la última DANA. Bajaban árboles... Hay algunas calles que estaban cortadas, todo lleno de barro, de tierra y de todo. A las siete de la tarde empezó a llover, que fue cuando empezamos: 'Hosti, está lloviendo'. Empezó a ponerse negro, relámpagos. Y fue cuando empezamos a preparar la casa, a quitar el coche y a prepararnos, como en todas las tormentas. En todas nos tenemos que preparar", le explica.

Su casa, en la que ahora se encuentra Gonzo, es una de las que más preocupa al alcalde, una de las diez que está situada sobre el barranco del Llop. "Como se puede ver, tengo dos plantas. Desde la planta superior podemos visualizar la zona. El agua viene aquí, tenemos el barranc del Llop, pero tenemos tres barrancos más y en 2023 se veían las montañas con cascadas del agua que bajaba para aquí, hacia el barranco. El barranco llega hasta la casa del Miquel, que es donde hace pared", detalla.

Esas casas, explica, "hacen tapón" en el barranco. Y además, bajando la cuesta se encuentra el camping, "en el curso que seguiría el agua si no estuvieran" estas construcciones.

El miedo de sus vecinos

En la última riada, que ocurrió hace dos meses, el agua llegó a 1,60 metros. Miquel JoaquinArrufat y su familia estaban en casa, viendo con impotencia cómo subía el nivel. "Y rezando para que no rompiera el cristal de la ventana. Si no, nos inundamos. Afortunadamente, cuando llegó al cristal, creo que reventó el muro del camping porque el agua pasó de un metro y medio a 50 centímetros o así", le cuenta a Gonzo.

Miquel lleva seis años viviendo allí. Cuando compró la vivienda, ya había habido una primera inundación de la que nadie le avisó, ni siquiera sus anteriores propietarios, a quienes les pidió cuenta después de que alguien se lo contara. "Los que me vendieron la casa dijeron que eso fue algo fortuito, que no había pasado nunca, que no volvería a pasar, que se había protegido la casa. Confié en eso, en que bueno, que eso pasa una vez en la vida cada 50 años y de aquí a 50 ya no estoy, y me quedé", narra.

Esa vivienda era su plan de jubilación, de vivir "una vida tranquila", y "olvidarse del trabajo". Pero ese sueño duró poco. En 2021 llegó la segunda DANA. "Ahí ya pensé que aquello iba mal y que lo suyo sería arreglarla y venderla", reconoce. Pero no de cualquier manera: "Yo sí avisé (de las inundaciones) y le dije a la agencia que avisara. Yo no me quedo con la conciencia tranquila de meterle el puro a otro que venga detrás y se ahogue. Si la quieren, que lo sepan".

*Sigue a laSexta en Google. Toda la actualidad y el mejor contenido aquí.