"Vivir entre la vida y la muerte"

"Comienza con una muerte y acaba con un tiempo de vida extra": dentro del equipo de donaciones y trasplantes del Vall d'Hebron

¿Por qué es importante? Salvados se adentra en el corazón del sistema español de trasplantes acompañando al equipo del hospital catalán durante una semana de trabajo. Un recorrido que empieza con una muerte y culmina en la posibilidad de una nueva vida gracias a la ciencia y la humanidad del personal sanitario.

"Comienza con una muerte y acaba con un tiempo de vida extra": Salvados se adentra en el equipo de donaciones y trasplantes del Vall d'Hebron

Gonzo se adentra esta noche en uno de los ámbitos más laureados y admirados a nivel mundial de la sanidad pública española: su sistema de donación y trasplantes. El equipo de Salvados ha vivido durante una semana dentro del engranaje del hospital Vall d'Hebron de Barcelona, uno de los centros más veteranos y experimentados en este ámbito. Un viaje extremo, física y emocionalmente, que -como resume el propio Gonzo al inicio del programa- "empieza con una muerte y acaba con un tiempo de vida extra".

Las cámaras de Salvados tienen el privilegio de asistir a una operación de trasplante bipulmonar, acompañando a los profesionales que hacen posible lo que muchos consideran lo más parecido a un milagro. No se sigue esta vez a los pacientes, sino a quienes trabajan "entre la vida y la muerte", como expresa la intensivista y coordinadora de trasplantes Aroa Gómez. Un espacio en el que -dicen los profesionales- se aprende a vivir mejor la vida. Y esa pasión por su trabajo, visible en cada gesto del equipo, se contagia a través de la pantalla.

Cómo acompañan al donante y su familia

Pero todo esto es posible no solo gracias a ellos. Los coordinadores del sistema en el Vall d'Hebron explican el primer eslabón de toda cadena de vida: el donante. "Sin donante no hay trasplante", recuerda la doctora Gómez, quien convive a diario con familias que atraviesan uno de los peores momentos posibles. Asegura que "cuando son capaces de abstraerse de su dolor y ver que dan una nueva oportunidad a otras personas, lo viven mejor". Albert Sandiumenge, coordinador de programas de donación y trasplantes, recuerda que "todo ciudadano español es donante, a no ser que diga lo contrario" y que, pese a lo duro del proceso, "es un momento difícil, pero precioso".

"Va a hacer por y para los demás hasta el final": el emocionante momento en el que una familia decide donar los órganos de su madre fallecida
"Va a hacer por y para los demás hasta el final": el emocionante momento en el que una familia decide donar los órganos de su madre fallecida

Sandiumenge también comparte su propia historia: "Cuando mi padre murió, no fui capaz de pensar en la donación de órganos". Ese recuerdo guía hoy su labor diaria: "Por eso mi trabajo consiste en que todo el mundo pueda decidir y cómo se lo planteas es muy importante, porque es un momento muy difícil en la vida de una persona".

El programa muestra el instante en el que una familia decide donar los órganos de su madre recién fallecida, un gesto que el equipo define como un acto de generosidad absoluta: "Va a hacer por y para los demás hasta el final". Pocos segundos después, al teléfono, resuena una frase que activa todo el mecanismo: "Hola, tenemos donante". A partir de ahí, se movilizan más de 70 profesionales.

La doctora Gómez describe con delicadeza y humanidad ese tramo final de vida del donante, cómo se marcha en compañía y, asegura que a pesar de que el cronómetro se pone en marcha cuando los órganos dejan de funcionar dentro del cuerpo, el equipo permite que sus seres queridos se despidan sin mirar el reloj: "La familia los acompaña hasta el último momento". Eso también permite que haya más transparencia en el sistema.

En otra sala del hospital, el equipo de Salvados asiste a la reunión clínica en la que más de 30 especialistas valoran qué paciente puede recibir los órganos disponibles. Es un proceso extremadamente complejo. "¿No os parece un candidato de alto riesgo?", se escucha preguntar durante la sesión acerca de uno de los pacientes de los que seguimos la pista en este programa.

"Cada uno ve el trasplante de pulmón desde una perspectiva diferente. Cuando unificamos esas perspectivas y decidimos si un paciente es candidato o no, lo intentamos hacer todos juntos", resume Alberto Jáuregui, jefe de cirugía torácica y trasplante pulmonar. Su compañero, el cirujano Joel Rosado, enfatiza lo duro que resulta ser parte de este comité: "Las decisiones que tomamos tienen que ser muy consensuadas, muy justas, muy éticas, muy morales y con mucha realidad, porque no todo el mundo puede recibir un órgano".

La vida en pausa

Cuando la decisión está tomada y el paciente está en la lista, solo queda a esperar que llegue un donante. En el momento en el que llega, comienza la contrarreloj. "Si te ofrecen a las 2 de la mañana un órgano de otro hospital o vas o lo pierdes", explica Rosado.

Las dos horas de Joel para poner su vida en pausa cuando hay un trasplante: "Aunque esté recogiendo a Nico de la guardería..."
Las dos horas de Joel para poner su vida en pausa cuando hay un trasplante: "Aunque esté recogiendo a Nico de la guardería..."

El propio cirujano detalla cómo tiene que dejar su vida personal en pausa cuando reciben la llamada: "Aunque esté con mis hijos, aunque esté en el entrenamiento con Lucas, con Pelayo o recogiendo a Nico de la guardería para llevarlo al parque, tengo que ver cómo hago junto con Bea para que ella se encargue de todo". La doctora Gómez reconoce que su perspectiva ha cambiado desde que fue madre. Ahora, "cuesta un poco más" no parar por casa, estar siempre viajando, tener que salir volando cuando te avisan, pausar tu propia vida durante unas horas para dedicarte a que sobreviva otra.

Pero todo merece la pena cuando lo logran. "Tenemos unos pulmones que podrían ser para ti, a partir de ahora no comas ni bebas nada", avisan al enfermo.

Es el inicio de un proceso lleno de esperanza pero también de riesgo. El doctor Jáuregui lo explica sin rodeos: "Hay pacientes que nos dicen que lo que están viviendo ya no es vida y que por eso quieren el trasplante ya". "Son plenamente conscientes de que se pueden morir en la cirugía y en las horas después. Por eso digo que esta gente es muy valiente", añade.

¿Qué pasa cuando sale mal?

Mientras el quirófano se prepara, las cámaras muestran cómo el equipo vive entre la tensión y la serenidad. "El miedo en el quirófano nos mantiene alerta", afirma Jáuregui. Y cuando un trasplante no sale bien, la carga emocional es inmensa: "Los médicos cargamos una mochila con todas las personas que hemos perdido en el camino".

Leticia Otero, joven residente de cirugía torácica, recuerda los casos que más pesan: "Hay veces que son pacientes jóvenes". A veces, incluso, son las propias familias quienes reconfortan al equipo: "Sé que has hecho lo que tenías que hacer, estate tranquila", recuerda Olga Gabaldà, supervisora de enfermería del programa de donación y trasplante, que le dijeron a su compañero médico después de romperse ante los familiares del paciente que acababa de fallecer.

Pero cuando todo sale bien, la vida renace. El reportaje alcanza uno de sus momentos más emocionantes cuando la cámara registra el instante exacto en el que un pulmón trasplantado se hincha por primera vez dentro de un nuevo cuerpo. Un "momento mágico", como lo define el propio Jáuregui, capaz de justificar meses y años de esfuerzo, estudio y dedicación.
Las cámaras de Salvados asisten al "momento mágico" en el que un pulmón trasplantado se hincha por primera vez en el cuerpo del paciente
Las cámaras de Salvados asisten al "momento mágico" en el que un pulmón trasplantado se hincha por primera vez en el cuerpo del paciente

Un mes después, el equipo del hospital llama a la familia de la donante para contarles el resultado. Este gesto, cargado de humanidad, permite cerrar el ciclo. La familia responde con una frase que conmueve incluso a los profesionales más veteranos: "Nos reconforta que nuestra madre haya podido ayudar a mejorar la vida de estas cinco personas".

Finalmente, Salvados muestra el reencuentro del doctor Jáuregui con un paciente que ha superado un trasplante bipulmonar. Entre lágrimas, reconoce la paradoja que lo sostiene: "Es una gran alegría para mí, pero una gran tristeza para otra persona". Su recuperación es la prueba palpable de un sistema que salva miles de vidas cada año.

"España probablemente sea el país donde, si tienes una enfermedad en un órgano trasplantable terminal, tengas más posibilidades de recibir un trasplante en un tiempo relativamente corto, independientemente de tu posición social, tu nivel económico, tu raza o tu sexo. Creo que eso es una ventaja y una suerte que tenemos los españoles", recuerda el doctor Sandiumenge.

Un sistema público que contrasta con otros modelos: en Estados Unidos, un solo trasplante pulmonar puede costar 120.000 euros... multiplicado por cuatro. Un dato que subraya la magnitud del valor que tiene, en nuestro país, la donación altruista y universal y la sanidad pública que lo hace posible.

Gracias a los donantes y sus familias, en 2024 en España:

  • 623 personas volvieron a respirar
  • Más de 6400 pacientes recibieron un órgano
  • Hubo de media ocho donaciones y 77 trasplantes al día

*Sigue a laSexta en Google. Toda la actualidad y el mejor contenido aquí.