Pablo Ojeda desvela en su sección todas las posibilidades que ofrece el queso y, en el vídeo sobre estas líneas, explica una sencilla receta para hacer nuestro propio queso fresco casero. Para ello, es necesario poner un litro de leche entera con el fuego al máximo y añadirle 4 gramos de sal y, una vez empieza a salir humo, ocho cucharadas soperas de vinagre o el zumo de un limón.

Cuando llegue a ebullición, se retira del fuego y entonces es cuando ocurre la "magia": el queso fresco se separa del suero. En ese momento, ya solo queda ponerlo en un recipiente sobre una tela o un trapo para terminar de separar el suero del queso. Lo que queda se guarda en la nevera "unas cuatro o cinco horas" y listo.

Para darle algo más de 'alegría' al queso fresco, propone comerlo con un poco de aceite de oliva, pimentón o incluso aceitunas negras.