Roky ladra a nuestra cámara, pero es lo normal. Es la primera vez que sale en la tele. Este es un buen ejemplo, quizás demasiado obvio, pero también muy elocuente de cómo pasear con nuestro perro por la calle. Porque estarán de acuerdo en que en muchos de nuestros parques el dueño se relaja.

"La gente está acostumbrada a llevarlos sueltos en los parques" comenta una ciudadana. Los que no tenemos perros, que a veces los acariciamos, los saludamos o nuestros hijos se acercan a jugar con ellos, tenemos que confíar en el sentido de las responsabilidad del dueño del perro.

La culpa es del propietario, muchos llevan al perro sin bozal ni correa, incluso podrían llegar a multarle. Esto ocurre en la calle, pero los perros sueltos en una finca también pueden ser un problema.

Pero la molestia más evidente y que por suerte cada vez se ve menos es el el dueño que deja la caca de su perro en plena calle. La nueva ley ayudará a evitar cosas como estas, pero la mejor ley es que los humanos usemos el sentido común.