"Hay que tener una preocupación lógica por la nueva variante. De hecho, es una variante de preocupación, como ha definido la OMS, pero hay una histeria colectiva en los países occidentales". De esta manera se ha referido Quique Bassat a la actuación de las potencias mundiales frente a la aparición de ómicron, variante que ha llevado a aplicar restricciones como el cierre de fronteras. El epidemiólogo ha incidido en que "debemos ir con cuidado con cada nueva variante".

En este caso, ha reconocido, ómicron "presenta una serie de mutaciones que nos preocupan y asustan, pero hasta que no se demuestre realmente que es tan mala como pinta, deberíamos relajarnos un poco todos". El experto ha insistido en que "la respuesta a nivel internacional ha sido exagerada", poniendo un matiz revelador: "Me habría gustado ver qué hubiese pasado si esta variante se originase en Reino Unido, en Italia o en España. Me extrañaría que hubiesen cerrado los vuelos desde aquí a otros sitios del mundo".

Así pues: ¿tienen sentido las medidas que se están tomando ahora, tras diagnosticarse los primeros casos de ómicron en Europa? Bassat reconoce que "el cierre del espacio aéreo tiene un cierto sentido porque sí va a limitar la llegada masiva de nuevos casos". No obstante, ha añadido: "Si escarbamos un poco en la epidemiología básica de estas infecciones, veremos que el caso índice del brote que ha habido en Portugal viajó hace dos semanas a Sudáfrica".

"Muy probablemente, muchos de los casos ya han llegado y ya llegamos tardes a la hora de cerrar fronteras, y empezará a haber transmisión autóctona en muchos de los países donde se están detectando casos", ha valorado el experto, que una vez más ha insistido en la necesidad de una vacunación a nivel global: "Se han distribuido por el mundo cerca de 8.000 millones de dosis de la vacuna del COVID, más de una por habitante del planeta. Y a África solamente han llegado el 3%. Para un continente que representa el 16% de la población mundial".

Bassat cree "estamos mal en la vacunación", y ha querido destacar que África "sí tiene la capacidad de vacunar a su población". Ha ahondado en esta cuestión: "Si de algo tiene capacidad África es de administrar vacunas. Es algo que se hace rutinariamente porque, por desgracia, están expuestos a muchas enfermedades infecciosas. Pero si no les damos las vacunas que necesitan, no van a poder vacunar a su población. Llevamos un déficit acumulado de vacunas".