Ayer se produjo el asesinato de una cocinera a manos de un preso en la cárcel de Mas D'Enric. El recluso, que después se suicidó, cumplía condena por haber matado a otra mujer a puñaladas en 2016 y trabajaba en la cocina en el marco de los talleres de reinserción, con acceso a cuchillos.

Leo Álvarez explica que, aunque su delito "era muy grave", "no era conflictivo". Los sindicatos de funcionarios de prisiones indican que los procedimientos no han sido los correctos y hay que seguir individualizadamente a los presos.

Beatriz de Vicente, por su parte, afirma rotunda que "un tío que tiene un delito de sangre y que ha matado a alguien no le puedes tener en un destino junto a una mujer y con cuchillos". "A mi entender es un error, con todos los respetos", sentencia.