El último programa de la temporada de 'Lo de Évole' guarda una sorpresa muy especial. En plena charla entre Albert Pla y Jordi Évole, dos personas irrumpen desde el bosque preguntando por un conejo blanco. Estas dos personas son David y José Muñoz, el mítico dúo Estopa, quienes guardan una muy buena relación con Pla.

José y David preguntan por Pepe, el conejo al que Pla y Évole han llamado Manolo. "Ven con papá", dice David al conejo, al que abraza a la vez que a Pla. Sentándose alrededor del fuego, Pla ofrece a los hermanos Muñoz probar su chocolate Pau Riba, hecho con las cenizas de su amigo fallecido.

Ambos alaban las capacidades en la cocina de Albert Pla, destacando su arroz a la cubana. "Está muy bien cuando vienen a comer porque es un menú infantil: macarrones boloñesa y milanesa", bromea Pla. David desvela el día en el que en un restaurante no le dieron patatas fritas, lo que provocó un enorme enfado en el artista.

"No hay una cosa con la que a mi hermano se le cruce más el cable: que le digan que va de estrellita. Ahí se le cruzó, no fue por las patatas fritas", cuenta José. Pla se suma a este momento de confesiones y desvela que él apenas se enfada, pero que cuando lo hace se rasca mucho la cabeza: "Cuando lo hago, los que me conocen ya se alejan".