Resistencia universitaria

Valientes en las aulas: cómo las universidades plantan cara a Trump

A pesar de
Los intentos de Trump de recortar fondos, limitar la matrícula extranjera y someter a las universidades, un grupo de centros educativos se niega a ceder y lucha por mantener su autonomía.

Valientes en las aulas: cómo las universidades plantan cara a Trump

Un juez acaba de parar la última locura de Donald Trump: impedir que estudiantes extranjeros se matriculen en Harvard, una de las universidades más top del mundo. Pero ojo, esto no significa que Trump haya bajado la guardia. Él sigue yendo a por todas, sobre todo contra la educación y la migración.

Para Trump y su grupo, Harvard es como el enemigo número uno. No es solo una universidad famosa, es el símbolo de todo lo que ellos odian: diversidad, inclusión, ideas que cuestionan su visión, la ciencia y la verdad. Lo ven como 'la casta', 'la élite progresista' que no quieren que nadie controle menos ellos.

Y aunque muchos seguidores de Trump han pasado por universidades caras y prestigiosas, Trump no está para tonterías: ha recortado millones en fondos, ha tratado de meter mano en quién enseña y quién estudia, y ha intentado controlar todo. A Harvard le quitaron más de 1.700 millones de dólares, pero la universidad no se ha rendido. Con sus propios recursos (y un fondo enorme de 46.000 millones de euros) han plantado cara y defendido lo que creen.

Porque lo que pasa con Harvard es clave: si esta universidad, que es la más fuerte y valiente, cae, las demás, que tienen menos recursos, acabarán doblando el brazo. Y entonces sí, las universidades se convertirán en una copia del lema de Trump: 'Make America Great Again'. Pero aquí hay una pelea mucho más grande que eso.

La cuestión es que Trump, en su obsesión por controlar todo y ganar la llamada "guerra cultural", está jugando con fuego: recorta la ciencia y la investigación que no le gusta, y si sigue así, se va a quedar sin estudiantes ni investigadores extranjeros. Eso significa perder talento, perder innovación y perder la batalla contra enfermedades que nos afectan a todos.

Por eso, aunque Trump va a por todas, en las universidades hay gente valiente que resiste. Harvard es la que más se está dejando la piel para defender la educación libre y la ciencia. Y esa resistencia es vital. Porque si Harvard aguanta, hay esperanza para que otras también aguanten y para que la educación siga siendo un espacio de libertad y de ideas.