Los gestos medidos del Gobierno
De los primeros pasos de Cerdán al encuentro de Illa: el camino calculado de Sánchez hacia Puigdemont
¿Por qué es importante? Lo que este martes se ha visto en Bruselas, un encuentro formal entre Illa y Puigdemont, es solo la punta del iceberg de una serie de movimientos calculados que comenzaron en 2023 para acercar posturas entre el Gobierno español y el "huido de la justicia".

Bruselas ha sido este martes el escenario de un encuentro que hasta hace poco parecía imposible: Salvador Illa, president de la Generalitat, y Carles Puigdemont, expresident y líder de Junts, se han visto cara a cara. Frente a las cámaras, ambos han mantenido un tono sorprendentemente civilizado, aunque lo que hayan hablado a solas sigue siendo un misterio.
El choque de declaraciones previas había sido duro. Illa calificó a Puigdemont de "huido de la justicia", mientras que el expresident le respondió que es "un político al que se le está poniendo cara de gobernador civil" y que no "representa a la Cataluña real". Ahora, sin embargo, Illa hablaba de "normalidad", y Puigdemont le respondía que no tanta normalidad.
Pero esta imagen pública oculta algo más. Marca un paso más en la estrategia calculada que Pedro Sánchez ha ido desplegando hacia Puigdemont desde 2023, cuando el PSOE empezó a necesitar a Junts para gobernar.
Todo empezó con movimientos discretos: Puigdemont reconoció en una carta haber recibido visitas de miembros del PSOE en Bélgica, aunque sin constancia oficial. La primera reunión formal se produjo el 30 de octubre de 2023, cuando Santos Cerdán se vio con Puigdemont en los despachos de Junts en el Parlamento Europeo. Sin embargo, según Cerdán, los contactos habían comenzado meses antes, en marzo, aunque permanecieron en secreto.
Tras la negociación de la investidura, los límites de lo que parecía impensable empezaron a moverse. Se produjeron reuniones en Ginebra, y Sánchez y Puigdemont se cruzaron en Bruselas. El cambio de tono se hizo oficial en diciembre de 2023, cuando el presidente del Gobierno reconoció en una copa de Navidad que se abriría a reunirse con Puigdemont "para mirar al futuro" y que lo haría varias veces en la legislatura. Hasta ahora, eso no se ha producido, aunque las reuniones entre Cerdán y Puigdemont continuaron periódicamente hasta junio de este año, y en algún momento también participó José Luis Rodríguez Zapatero.
De momento ha sido Illa quien ha dado el paso público de encontrarse con Puigdemont. La incógnita ahora es si el siguiente será Sánchez. Lo que está claro es que, paso a paso, la política catalana ha ido cambiando sus reglas de juego, y este encuentro en Bruselas es solo un capítulo más de un acercamiento cuidadosamente medido.