La táctica rusa
¿Puede un apagón de GPS paralizar Europa? Las preguntas que deja el presunto sabotaje ruso al avión de Von der Leyen
El contexto El avión de la presidenta de la Comisión Europea perdió la señal de GPS sobre Plovdiv, Bulgaria, en un incidente que expertos vinculan a interferencias rusas y que evidencia la vulnerabilidad europea ante la guerra híbrida.

Imagina que vas conduciendo y, de repente, tu GPS deja de funcionar. No hay mapa, no hay indicaciones, no hay rumbo. Sientes esa mezcla de desconcierto y ansiedad… Ahora traslada esa sensación a un avión con la presidenta de la Comisión Europea a bordo. Esto fue exactamente lo que ocurrió este domingo en Plovdiv, Bulgaria: el avión de Ursula von der Leyen perdió por completo la señal GPS mientras se aproximaba al aeropuerto.
Según el 'Financial Times', todo apunta a una presunta interferencia rusa. Tras sobrevolar la zona durante una hora, el piloto tuvo que recurrir a la navegación manual usando mapas de papel, como en los viejos tiempos. La autoridad aérea búlgara confirmó el incidente y advirtió que desde que Rusia inició la invasión de Ucrania en 2022 se han multiplicado este tipo de fallos en las señales de navegación.
Ese mismo día, Von der Leyen describió a Vladímir Putin como un "depredador" que solo puede frenarse con "una fuerte disuasión" militar, recordando que la economía de guerra rusa sigue funcionando a gran escala pese a las sanciones.
El experto en geopolítica Jesús A. Núñez Villaverde explica que esto es solo un ejemplo de la "guerra híbrida" rusa: ataques no convencionales que buscan presionar a Europa y la OTAN. "Hasta ahora nadie le ha puesto freno directo. Y esto puede acabar teniendo consecuencias serias", advierte.
El GPS no es solo para conducir
La dependencia de la tecnología es clara: el 48% de la población reconoce que no sabría llegar a su destino sin GPS. Pero sus usos van mucho más allá: es fundamental para la agricultura (planificar cultivos), el transporte marítimo, las finanzas (geolocalización para confirmar operaciones), localizar enfermos o accidentados, calcular distancias, controlar especies animales en peligro y elaborar mapas de rendimiento. En Estados Unidos, un fallo prolongado del GPS podría generar pérdidas de hasta mil millones de dólares diarios. La pregunta no es si podemos vivir sin GPS… sino si podemos sobrevivir sin un sistema de geolocalización por satélite.
Rusia, en todo caso, no se ve afectada: cuenta con GLONASS, su propio sistema de satélites que le da independencia tecnológica y militar, y China tiene el suyo. Los ataques recientes parecen concentrarse desde Kaliningrado, afectando sobre todo a la frontera este de la UE, con más de 60.000 incidencias reportadas desde el inicio de la guerra. Pilotos que han vivido estos fallos describen la experiencia como "quedarse sin luces conduciendo de noche".
Este incidente pone sobre la mesa una realidad: Europa depende de los satélites para casi todo, y cualquier sabotaje podría tener efectos mucho más graves de lo que muchos imaginan.