Sus calles se vacían
El miedo a la deportación ahoga a la comunidad latina de Corona, Queens: el 75% de la población es hispana
Las consecuencias Las políticas de deportación masiva anunciadas por Donald Trump han creado un clima de miedo palpable en Corona, Queens, donde la comunidad latina, tradicionalmente llena de vida y cultura, ahora vive en silencio, con miedo a ser separados de sus familias.

En el corazón de Queens, uno de los mayores barrios latinoamericanos de Nueva York, el ruido y la vida que una vez definieron a Corona han dado paso a un silencio escalofriante. Los habitantes del barrio, mayoritariamente de origen hispano, viven en constante temor a ser deportados, un miedo alimentado por las políticas de migración implementadas por el presidente Donald Trump.
"Comenzaremos el proceso de devolver a millones y millones de extranjeros criminales a los lugares de donde vinieron", anunció Trump, dejando claro su enfoque hacia la migración. Pero en comunidades como Corona, donde casi el 75% de la población es hispana, esas palabras se han traducido en un temor palpable.
El barrio de Corona, antes un centro de cultura y color, ha visto cómo sus calles se vacían, sobre todo en la tarde. Los comercios han visto una caída en su clientela, y los restaurantes, como el de Máximo Ochoa, luchan por mantenerse a flote mientras la gente prefiere no salir. "La gente está retenida, no quiere salir. Hay un momento en la tarde en que la gente no sale, y en el día, muy poco", asegura Ochoa, dueño de un restaurante local.
Una residente de la zona, visiblemente preocupada, comparte: "Yo ya no salgo tranquila al trabajo. Se trabaja con miedo". Este miedo no es infundado, ya que las políticas de deportación masiva de Trump han resultado en la deportación de 10.000 migrantes en solo dos meses, un número que recuerda los altos índices de deportación de su primer mandato, donde expulsó a 1,2 millones de migrantes.
Las recientes campañas lanzadas desde la Casa Blanca, instando a los migrantes a "abandonar ya o enfrentarse a la deportación", han creado un ambiente de desconfianza y desprotección en una comunidad que siente la presión del gobierno para irse. La campaña de autodeportación, que alienta a los migrantes a dejar el país voluntariamente, ha aumentado la ansiedad.
Pero la tragedia no se limita solo a los republicanos. Durante el mandato de Barack Obama, el expresidente demócrata deportó a más de tres millones de migrantes, mientras que su sucesor Joe Biden también ha continuado con políticas de deportación que afectan a miles de familias.
En las elecciones de 2024, la huella de Trump en Corona fue clara: el presidente aumentó su apoyo en el barrio, logrando un 42% de los votos, casi el doble de los votos que había recibido cuatro años antes. Un apoyo que contrasta con la realidad de una comunidad que, aunque sigue resistiendo, vive con el peso del miedo sobre sus hombros.
Este fenómeno no es solo un tema de política, es un asunto de vidas reales, de familias que se sienten desprotegidas y aterradas. Las políticas de deportación no solo separan familias, sino que también silencian a comunidades enteras, como la de Corona, que ya no se siente segura en su propio hogar.