¿Nueva coartada de moda?
Manipulación por IA, deepfakes y audios falsos: el 'caso Cerdán' abre un nuevo frente en la justicia
Sí, pero Cerdán niega reconocer los audios que lo implican en la trama de corrupción, deja caer que podrían estar manipulados. Los peritos lo descartan por ahora, pero la justicia debe prepararse, ya que la tecnología está avanzando.

El juicio contra Santos Cerdán comienza este lunes, y se presenta como un momento decisivo. Él niega haber firmado o reconocido el contrato que supuestamente lo vincula a una trama de corrupción, alegando que ese contrato "no está escriturado". Pero la pregunta es obvia: ¿por qué iba a estarlo, si se supone que ese contrato era precisamente para no dejar rastro oficial?
Lo que sí ha hecho público Cerdán son sus declaraciones de bienes, rentas e intereses económicos. Sin embargo, lo que realmente interesa a la Fiscalía son las ganancias 'en B', es decir, el dinero negro que no aparece en ninguna declaración oficial. Estas supuestas mordidas, mencionadas en audios que se filtraron, hablan de dinero en efectivo recibido por adjudicaciones públicas amañadas. Además, hay indicios de bienes en el extranjero y propiedades cuya vinculación aún no está del todo clara, como la empresa Servinabar.
El foco del juicio estará en esos audios, pero surgen dudas sobre su validez: ¿qué pasa si esos audios fueron manipulados? ¿Podría Cerdán usar la excusa de que se trata de audios falsos creados con inteligencia artificial para intentar evitar responsabilidades?
Según los expertos peritos, hoy en día no es tan sencillo colar un audio manipulado como prueba. Aunque cualquiera puede usar herramientas de inteligencia artificial para crear audios falsos, los análisis técnicos detectan detalles que no encajan: anomalías en la voz, ruidos de fondo extraños o patrones irregulares en la grabación. Para demostrarlo, en laSexta Clave hemos realizado una prueba donde se han generado con IA voces falsas, y el resultado es bastante evidente: no suenan reales.
Pero no hay que confiarse demasiado. La tecnología avanza muy rápido y en poco tiempo será más fácil detectar manipulaciones, ya que podrán eliminar las huellas digitales que hoy permiten rastrear el origen y la autenticidad de un archivo. Pero eso, los expertos alertan que la justicia tendrá que invertir en herramientas cada vez más sofisticadas para no ser engañada.
En cuanto a las pruebas de vídeo, los deepfakes aún son detectables con análisis forenses, pero también mejoran constantemente y podrían convertirse en una gran coartada para los acusados si no se desarrollan a tiempo sistemas de detección fiables.
Por todo esto, el juicio del lunes no solo será importante para Cerdán y el contrato que niega, sino también para todo el sistema judicial, que deberá adaptarse a la nueva realidad digital y tecnológica en la que las pruebas pueden ser mucho más difíciles de verificar.