El alcalde que nadie esperaba

La historia de 'la campaña del éxito' Zohran Mamdani: así conquistó Nueva York sin dinero, sin encuestas y con miles de voluntarios

Paso a paso Mientras 26 multimillonarios gastaban 22 millones de dólares para frenarlo, Mamdani organizó una campaña vecinal como pocas: 100.000 voluntarios, tres millones de viviendas visitadas y un discurso sobre alquileres imposibles, salarios bajos y una ciudad que ya no es para todos.

La historia de 'la campaña del éxito' Zohran Mamdani: así conquistó Nueva York sin dinero, sin encuestas y con miles de voluntarios

Zohran Mamdani lo ha conseguido. Contra todo pronóstico, y contra los millones de dólares que intentaron frenarlo, es el nuevo alcalde de Nueva York.

Lo suyo ha sido un auténtico fenómeno político: pasar del anonimato total al poder en menos de un año. En enero, nadie lo conocía. No salía en las encuestas, no tenía grandes donantes ni una maquinaria detrás. Diez meses después, ha ganado unas elecciones en las que 26 multimillonarios hicieron todo lo posible para evitarlo.

No eran cualquiera. Entre ellos estaban el exalcalde Michael Bloomerang, el cofundador de Airbnb Joe Gebbia, el heredero de la marca cosmética Ronald Lauder, el cofundador de Netflix Reed Hastings y el gestor de fondos Bill Ackman. Todos, junto a otros millonarios, destinaron 22 millones de dólares para financiar campañas, anuncios y panfletos contra él.

Su mensaje era simple: cualquiera menos Mamdani. Pero la jugada les salió al revés.

A principios de año, Mamdani era un completo desconocido. Nadie hablaba de él. Diez meses después, ha pasado del 0% al 50% de apoyo. ¿Cómo se logra eso en una ciudad tan compleja, competitiva y cara como Nueva York?

Con una campaña pensada para la gente que más sufre vivir allí. Su lema no era una promesa vacía, era casi un grito: "No se puede vivir en Nueva York". Y lo decía con la gente que lo vive cada día —inquilinos, trabajadores, familias—, no desde un despacho ni desde un eslogan publicitario.

Redes, calles y puertas

Mamdani entiende las redes sociales. No las usa para bailar en TikTok ni para subir vídeos virales: las usa para comunicar ideas, conectar y organizar. Su mensaje ha llegado a miles de jóvenes cansados del coste de la vida, de los alquileres imposibles y de los sueldos que no alcanzan.

Pero su campaña no se ha quedado en la pantalla. Ha sido también una campaña en la calle y en las casas.

Cien mil voluntarios —sí, 100.000— han visitado tres millones de viviendas. Han ido puerta por puerta, barrio por barrio, con una aplicación que les indicaba a quién hablarle, en qué idioma y qué temas eran prioritarios en cada zona. Es decir, una campaña organizada desde abajo, como las de antes, pero con tecnología de ahora. Y ha funcionado.

El toque Sanders

Mamdani no oculta de dónde viene su inspiración. Dice que entró en política por Bernie Sanders, cuando vio que su campaña por la sanidad pública despertaba entusiasmo entre miles de personas.

Desde entonces, ha seguido esa línea: hablar de justicia social, de vivienda, de dignidad. Sanders, por su parte, le ha devuelto el favor apoyándole públicamente y acercándole a sus votantes.

Los rivales que le allanaron el camino

También ha ayudado —y mucho— el perfil de sus contrincantes. Por un lado, Andrew Cuomo, el exgobernador que fue favorito de Trump, investigado por corrupción durante la pandemia y que tuvo que dimitir en 2020 tras más de una decena de denuncias por acoso sexual. Por otro, Curtis Sliwa, locutor de radio y fundador de los 'Ángeles de la Guarda', un grupo de patrulla ciudadana que actúa al margen de la ley.

Frente a ellos, Mamdani ofrecía algo muy distinto: un mensaje directo, sin adornos ni escándalos, centrado en los problemas reales de los neoyorquinos.

De los márgenes al poder

Su historia ya se estudia como una lección política. En menos de un año, ha pasado de ser un desconocido a convertirse en el rostro del cambio. Ha ganado con una campaña sin grandes donantes, pero con miles de personas que creyeron que podía hacerlo.

Zohran Mamdani no solo ha conquistado la alcaldía de Nueva York: ha demostrado que, incluso en una ciudad dominada por el dinero, la política de la gente puede ganar.

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