Carlos Lesmes no quiere que los fastos del 12 de octubre lleguen con él como presidente del poder judicial. Beatriz Parera, de El Confidencial, advierte en 'Al Rojo Vivo' de la hecatombe judicial que podría venir si no se va solo, afectando a todos los españoles.

laSexta Clave ha desgranado con Alfonso Pérez Medina que supone esta drástica decisión. Si Lesmes dimite, le sustituiría el vicepresidente, pero en el que caso de que dimitan 9 vocales no habría suficientes para tomar decisiones en pleno y el escenario sería el de la hecatombe de la justicia.

"Por ley, el Consejo no puede hacer nombramientos mientras esté en funciones pero como órgano de gobierno de los jueces que es se ocupa de todo lo que afecta a la justicia en España: situaciones laborales de los jueces, bajas de maternidad, acciones disciplinarias, organización de las retribuciones o formación", ha explicado Pérez Medina.

Con esta situación, el consejo quedaría sin funciones: no podría abrir expedientes disciplinarios y sancionar a los jueces que incumplan la ley, tampoco podrían poner jueces de refuerzo en el caso de que fueran necesario. "Por ejemplo, los juzgados que tramitan las causas de los afectados por clausulas suelo no podrían reclamar mas magistrados para agilizar los trámites. Habría procesos que quedarían colapsados", ha aseverado el experto.

Pero, ¿cómo es de factible que eso pase? Según Pérez Medina, "es posible pero es muy difícil porque solo hay ocho vocales progresistas que han intentado en varias ocasiones una dimisión en bloque del Consejo que todos los demás rechazaron". "Además, en su discurso de apertura del año judicial, Lesmes ha defendido que la dimisión individual es admisible pero no la colectiva. Así que parece que convencer a uno más para que les apoye es casi imposible. Y encima a uno conservador", ha añadido.

Sin embargo, en caso de que haya dimisión en bloque y ni siquiera lleguen a acuerdo para renovar el Tribunal Constitucional, leyes tan importantes como la de la eutanasia o el aborto las acabaría tramitando un órgano caducado. Además, con una mayoría conservadora de integrantes el Constitucional se pronunciaría sobre estos asuntos con un sesgo conservador.