Mientras la variante Ómicron se propaga vertiginosamente por todo el mundo, hay un país que resiste: Japón. ¿Por qué se libra de Ómicron? En España, con 47 millones de habitantes, se han detectado en las últimas 24 horas más de 130.000 contagios. En cambio, en el territorio nipón, que tiene más de 125 millones de personas residiendo allí, casi el triple que nosotros, y este miércoles sólo han notificado 600 nuevos casos.

Además, nuestra incidencia acumulada a 14 días supera los 2.500 casos por cada 100.000 habitantes y la del país asiático está en 4, 600 veces menos que España. ¿Cómo se explica el éxito de Japón? ¿Qué hacen diferente que nosotros? La periodista Ariadna García Chas es la encargada de dar respuestas a estas preguntas: en Japón se dan varias características que, aunque individualmente quizá no suponen una gran diferencia, todas juntas sí explican que a Japón le vaya como le va.

Es decir, mucho mejor que al resto. Una de las razones más llamativas -no solo por curiosa, sino porque además no la podemos imitar aunque queramos- es una característica genética: HLA-A24 o 'factor X'. Se trata de algo que han descubierto al menos en el 60% de los japoneses y que es capaz de generar una respuesta inmunitaria frente al coronavirus. De hecho, es una característica genética mucho más común en los países de Asia Oriental.

En este sentido, cabe destacar además que los japoneses, en general, son gente con una de las esperanzas de vida más altas en el mundo, según las estadísticas oficiales. Es precisamente esta otra de las razones: los japoneses han centrado sus estudios en la obesidad. Han comparado los datos de varios países y han visto que a mayor índice de obesidad existe una mayor tasa de mortalidad por COVID.

La obesidad es un factor de riesgo cuando hablamos de coronavirus y Japón es uno de los países con el índice de obesidad más bajo del mundo. Solo el 3,6% de los japoneses están clasificados como obesos. En España, por ejemplo, ese índice se multiplica por cinco (16%). Las vacunas y la forma de usarlas también suponen un factor fundamental que realzan a Japón sobre el resto, y eso que ellos empezaron a vacunar bastante tarde, aunque parece que finalmente eso está jugando a su favor.

En Japón empezaron la campaña de vacunación entre tres y cuatro meses más tarde que nosotros. Pero cuando empezaron, se pusieron las pilas. Ahora mismo, el porcentaje de población inmunizada es similar al nuestro. Un poco menos, pero cerca del 80%. Y a misma población vacunada, cuanto más reciente sea esa vacuna, mayor también la respuesta inmunitaria. Porque, como ya sabemos, la inmunidad se va perdiendo con el paso del tiempo.

Mejor que Europa en los peores momentos

Lógicamente, esta situación también va a llegar allí e irán perdiendo inmunidad con el tiempo; de hecho, seguramente ya está empezando a pasar porque, aunque es verdad que siguen teniendo muy buenos datos si lo comparamos con Europa, llevan ya un par de semanas empeorando. Pero hay que reconocer que incluso en los peores momentos de la pandemia, Japón ha estado mucho mejor que Europa en general. Así de claro se observa en las gráficas que aparecen en el vídeo que acompaña estas líneas.

Si comparamos los datos de contagios de toda la pandemia en Japón y en España, la curva del país asiático está siempre, salvo algún momento excepcional, por debajo y, en general, muy por debajo de la de España. Esto, más allá de la genética o el buen estado de salud de los japoneses (y en esto coinciden autoridades, expertos e incluso las personas que viven allí o han pasado por Japón en los últimos dos años), se justifica sobre todo por un seguimiento más riguroso de las medidas anti-COVID.

Además, por un seguimiento más continuado, no solo en implantar medidas cuando va mal. Porque han implementado medidas durante toda la pandemia. Han cumplido en general con el distanciamiento social más a raja tabla y lo mismo con el uso de mascarillas, que ya era algo más estandarizado también antes de la pandemia. Finalmente, cabe destacar la forma de ser de los japoneses, su vida social, su tipo de movilidad, como un elemento clave a la hora de afrontar la pandemia con un mejor escenario que el nuestro.

De hecho, para muchos esta es la clave, junto con las otras medidas. Porque al reducir nuestra movilidad, reducimos también la movilidad del virus; es decir, reducimos los contagios. Y en esto Japón también ha sido muy consistente. Si comparamos la movilidad en espacios públicos de los españoles con los japoneses, no solo en general ha estado por debajo de la nuestra y por debajo de la media de antes de la pandemia, además ha sido mucho más homogénea durante toda la pandemia. No se han confiado porque los datos fueran buenos.