Todos hablan claro
El dilema de los socios del Gobierno: aguantar al PSOE o dejar que crezca la ultraderecha
Los detalles Los aliados de Sánchez presionan por cambios reales y agenda social, mientras ERC y otros socios cuestionan la estrategia de solo esperar para frenar a la derecha y denuncian que el Ejecutivo vive de parches y excusas.

Gabriel Rufián, portavoz de ERC en el Congreso, ha subido este lunes el nivel de la presión sobre Pedro Sánchez. La formación republicana ha pedido una reunión cara a cara con el presidente del Gobierno para que explique qué piensa hacer para regenerar el PSOE y el Ejecutivo, y deja claro que la situación actual es insostenible.
Rufián ha explicado a los medios que los socios de coalición viven un dilema: "Muchos no queremos que Abascal sea vicepresidente, pero tampoco queremos seguir pasando vergüenza todos los días", ha señalado, en referencia a los casos de corrupción y acoso sexual que afectan al Gobierno y al PSOE.
Según el portavoz de ERC, los problemas son reales y repetitivos, y no se pueden seguir tratando como una "conspiración" ni justificarse con el famoso "y tú más". "Aquí se han encontrado cosas, y no se puede pedir a la izquierda del PSOE que haga de paracaídas y trague con todo", ha recalcado.
La exigencia de ERC se enmarca en una estrategia más amplia de presión sobre el PSOE. Sumar, otro socio de la coalición, coincide en que hace falta una remodelación radical y que se priorice la agenda social, que consideran olvidada por los socialistas. "El inmovilismo no nos vale", ha afirmado Ernest Urtasun, confiando en que el PSOE termine dando pasos concretos.
Pero no son los únicos: el PNV lanzó un ultimátum este fin de semana: o se detiene la "hemorragia de noticias", o podrían convocarse elecciones. Desde Bildu, el exlehendakari Iñigo Urkullu habla de una "situación insostenible", mientras Otegi cuestiona el sentido de mantener al Gobierno si no puede ejecutar la agenda exigida por sus socios. Y Podemos no lo llama elecciones, pero describe al Ejecutivo como "muerto", y deja la responsabilidad de actuar directamente sobre el PSOE.
En este contexto, ERC sugiere una ronda de contactos con Sánchez, aunque el presidente la acepta de manera unilateral, lo que complica aún más la relación. Los socios de Gobierno reconocen en privado que su situación es difícil: deben decidir entre dar margen a la ultraderecha o seguir soportando la vergüenza pública que generan los casos que afectan al PSOE.
Rufián también cuestiona la estrategia de esperar solo para evitar que la derecha y la ultraderecha lleguen al poder. "La otra pregunta es cuánto más se inflan estas formaciones con nuestra paciencia", advierte. La presión está clara: si el PSOE no actúa, sus socios podrían considerar medidas más drásticas, aunque por ahora nadie dice un sí rotundo a romper la coalición.
El mensaje es firme: los socios del Gobierno quieren cambios reales, y no se conforman con videos de TikTok, grandilocuencia mediática o simples movimientos de crisis. Quieren acciones concretas, sobre todo en materia de agenda social y regeneración interna, para que el Ejecutivo recupere credibilidad.
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