El Partido Popular sigue queriendo que se hable de un terrorismo que ya no existe, aunque unos han ido más lejos que otros. Isabel Díaz Ayuso se desmarca de la línea marcada por Alberto Núñez Feijóo. Ella pide ilegalizar a EH Bildu y desde la dirección de su partido dicen lo contrario.

Segunda división interna en el PP. Para Ayuso, "ETA sigue viva". Para la dirección del PP, obviamente, no lo está. La segunda rectificación la firma Borja Sémper, portavoz nacional del partido. Recuerda que la sociedad ya derrotó a ETA y que su partido acepta con naturalidad que Bildu esté en las instituciones. Tan lejos ha ido Ayuso con su "ETA está viva" que ella misma ha dicho lo contrario en la misma intervención. La presidenta habla de ETA en pasado y luego afirma que está viva.

La hipérbole enfada a algunas víctimas del terrorismo. En concreto, le han pedido a Ayuso que deje de decir barbaridades. Así lo ha expresado en sus redes sociales Pablo Romero, a cuyo padre asesinó ETA en 1993. Romero le pide, por caridad, ahorrarle el dolor de ver que ETA sigue viva en su boca. Precisamente a este tuit ha respondido la presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez, y hermana del concejal del PP asesinado Gregorio Ordóñez: "Si no respetan a los muertos, cómo van a respetar a sus familiares. Es la banalización en estado puro". También ha querido ser muy contundente María Jáuregi, la hija de Juan Maria Jauregi, asesinado por ETA en el año 2000. Dice que la única que busca confrontación es Ayuso, que no respeta la memoria de las víctimas y que no todo vale en política. Es "indecente", ha escrito María Jáuregi.

Ayuso está en un lugar y los portavoces de Feijóo en otro. Tanto con la supuesta vida de ETA como con la idea de ilegalizar Bildu. Pero ¿dónde está Feijóo? Se supone que con sus portavoces, claro. Pero nada indica que esta división le desagrade. El líder del PP sabe que Ayuso fuerza para comerse a Vox y lo entiende. Y piensa que a él puede beneficiarle: una parte del partido intenta robar votos del PSOE y de Ciudadanos y la otra de la extrema derecha. Para un flanco tiene a Sémper y para el otro a Ayuso. Todos suman a la causa. Hasta ahí, se puede hablar incluso de una estrategia compartida.

Pero hay más. Detrás de estos movimientos está el futuro del PP. Si Feijóo derrota a Sánchez y llega a La Moncloa, no habrá guerra. Pero si falla, volverán las hostilidades. Y ahí estarán los barones con sus resultados electorales. Juanma Moreno logró la absoluta en Andalucía. Si Ayuso quiere estar a su nivel, ella también necesita la absoluta en Madrid.