Las huelgas vuelven a estar de moda en Estados Unidos. La huelga de Hollywood es la cara más evidente de un movimiento sindical que viene ganando fuerza en EEUU Pero no es la única. El sindicato United Auto Workers (UAW) ha anunciado que, por primera vez en la historia del país norteamericano, los trabajadores de los tres grandes fabricantes de automóviles sindicados (General Motors, Ford y Stellantis) se ponen en huelga al mismo tiempo. Estos son sólo algunos de los últimos grandes movimientos laborales en Estados Unidos. Justo en un momento en que los sindicatos tienen su mayor aprobación desde 1965.

¿Cómo funcionan los sindicatos en EEUU? Los sindicatos estadounidenses solo valen y se aplican para sus afiliados. Algo que en España no pasa. En nuestro país, un sindicato negocia un convenio, una mejora con una empresa, con un empresario y nos beneficiamos todos. Pero en Estados Unidos no. Allí, todo lo que consigue un sindicato queda para los que pertenecen al sindicato que ha obtenido el beneficio. Y, en general, no hay convenio colectivo. Los convenios solo son por empresa.

No obstante, resulta difícil organizar un sindicato en una empresa en Estados Unidos. Para montar un sindicato en una empresa estadounidense, se necesita que los trabajadores apoyen una votación para decidir si se monta o no un sindicato. Y luego tienen que votarlo todos los trabajadores. Y se aprueba si lo apoyan la mitad más uno de los trabajadores. Además, en Estados Unidos no existen sindicatos como Comisiones Obreras o UGT. Los sindicatos son por cada empresa, que pueden agruparse. O por algún sector, que puede agruparse. Pero un sindicato transversal, que esté en todas las empresas o en todos los campos, no existe.

En EEUU existe, además, libertad sindical coartada. Tienes que votar para decidir si hay sindicato. Y tienes que avisar a tu empresa de que perteneces a un sindicato. Eso hace que el trabajador quede muy expuesto ante la empresa y que pueda recibir presiones del empresario como que pueda ser despedido. Y aunque hay leyes que pretenden evitarlo, despedir en Estados Unidos es bastante fácil. Aún así, los sindicatos han conseguido algo muy importante: que para trabajar haya que estar sindicado. Es cierto que no se da en todas las empresas ni en todas las profesiones. Pero en algunas empresas sí lo han conseguido. Y eso hace que si consiguen una mejora, esa mejora se aplique a todos los trabajadores de la empresa. Y que si van a la huelga, no trabaje nadie. Un ejemplo de esto es en el mundo de los actores, donde hay que estar sindicado para trabajar. Ahora su sindicato montó una huelga y todos han acudido a ella.

Y dado que no hay sindicatos transversales, al final cada sindicato pelea por los trabajadores en solitario. Y la máxima solidaridad que puede obtener de otros sindicatos es que se sumen a los piquetes, a esos que vemos protestar en las puertas de los centros de trabajo y que ayudan a dar visibilidad.

En Estados Unidos, no hay un elevado nivel de afiliación. Allí, apenas un 10,3% está afiliado. Un dato parecido al de España, donde es algo más del 12,5%. Pero en el caso estadounidense se explica, según señalan los expertos, a que hay mucha movilidad laboral y no compensa; porque el trabajador está acostumbrado a negociar de manera individual