La banda del Badoo ha sidocondenada a 34 años de cárcel por enterrar vivo a un informático de Getxo, sin embargo, el historial delictivo de sus miembros va mucho más allá, como recogió Equipo de Investigación en un programa de 2020 que laSexta ha vuelto a emitir este domingo.

El objetivo de la banda del Badoo siempre era el mismo: conseguir el dinero de sus víctimas cogiendo sus tarjetas de crédito y obligándoles a confesar sus claves.

De hecho, dos días antes de la desaparición del informático vasco, un empresario de Navarra también fue su víctima.

El hombre conoce a una mujer que se hace llamar Bella, a través de Badoo. Ella dice ser una brasileña residente en Pamplona a la que le gustan "los maduritos".

"Le manda mensajes para presentarse y de forma rápida son subidos de tono. Provocó que mi cliente bajara la guardia y accediera a un contacto rápido", relata José Cabrejas, abogado de las víctimas.

El empresario decide ir al encuentro con la joven en tren hasta Luceni, Zaragoza.

"Se apea del tren y ve que ella está en la acera opuesta. No era el lugar donde habían quedado inicialmente, pero se acerca a la misma. De forma inmediata, él escucha un sonido por la espalda, ve una sombra. Hace ademán de girarse y sin poder hacerlo totalmente, una persona con una llave inglesa enorme le golpea en la cabeza. Intenta escapar, pero no le da tiempo a nada. Se echan encima de él y le ponen una pistola en la cabeza", cuenta el abogado.

Después, engrilletan al hombre de pies y manos, lo introducen en un coche y lo llevan hacia una nave. Una vez allí, "se apoderan del contenido de las cuentas bancarias mediante la entrega de las tarjetas y los números pin", indica su abogado. "Incluso le extorsionan con buscar el contacto de familiares para pedir un rescate, pero mi cliente no accede convenciendo a los integrantes que poco pueden rascar de él", apunta el abogado.

Le roban el teléfono móvil, la cartera, documentación personal y el efectivo que llevaba encima, en torno a 1.000 euros

El empresario consigue escapar y pedir ayuda. El agricultor que lo recogió recuerda cómo fue el momento: "Me encontré en medio del camino a un hombre que estaba intentando parar un coche que pasaba por la carretera y vino hacia mí. Cojeaba, estaba fastidiado, como si hubiera tenido un accidente. Bajé del tractor con miedo porque no te esperas algo así en medio de la noche. Me dijo que le habían intentado secuestrar".

"Se veía que llevaba restos de tierra por la ropa y marcas en las muñecas de que le ataron con bridas gordas. Necesitaba ayuda, temía por su vida. Les decía que pararan, que no siguieran, que le iban a matar por dos duros", explica.

*El contenido al que hace referencia la información forma parte de un programa de Equipo de Investigación de 2020 que laSexta ha vuelto a emitir este domingo.