Nos permiten acceder a una 'cocina fantasma' de Madrid con una condición: solo podemos grabar en una de las ocho que hay. Juan Beltrán, uno de los socios, nos cuenta cómo es trabajar en una cocina de 15 metros cuadrados, y señala que a la semana dan "unos 200 pedidos".

Beltrán defiende que el "local está bien construido, tiene su licencia, está insonorizado y cumple con todas las medidas". "No entiendo por qué debería haber un problema. No estamos haciendo nada malo, estamos intentando salir de esta situación, que estamos todos jodidos", manifiesta.

En lo referente a las quejas por el ruido, Juan Beltrán señala que tienen "sistema de techado y puertas por seguridad, y la ventilación no llega a conectar con el techo en ningún momento".

"Además, durante el servicio las puertas no se abren, sino que dejamos esta ventana abierta y a través de ahí es donde dejamos los pedidos a la persona responsable que se encarga de venir y llevárselos a los 'raiders'. "Esto es lo que hay. Aquí no molestamos a nadie. Solo intentamos trabajar y ganarnos la vida", expresa.