Desde un piso de Madrid, a tres kilómetros de Congreso de los Diputados, el ultraderechista Juan García Carrés, muy amigo de Tejero , graba las llamadas, que mantiene con los golpistas. En un principio, se escucha a Tejero decir que ya están allí, y le pide a su amigo que empiece a moverse "para que la unidad esa llegue lo antes posible".

A los 10 minutos del asalto, uno de los hombres de confianza de Tejero se dirige al Hemiciclo. Hay una gran tensión en la sala, y el recién dimitido Suárez hace un movimiento. Suárez intenta que Tejero abandone el golpe, pero el guardia civil no acepta su autoridad y, amenazante, le asegura que solo recibe órdenes del general Milans del Bosch. García Carrés pide a los golpistas que no renuncien, que se trata de España. "¡Que es España, coño!", expresa el ultraderechista, a lo que Tejero responde: "¡Viva España, coño!".

Pasan las horas, y la autoridad militar que esperan los golpistas no llega al Congreso, por lo que García Carrés habla con Tejero para tranquilizarle: "Está muy bien tu familia; he hablado con ellos", asegura, tras lo que le pide al teniente golpista que no haga caso a las noticias que difunden.