El Guadalquivir fue la entrada de metales preciosos de América, han navegado barcos cargados de seda, cuero o trigo, pero hoy es la autopista de la droga más consumida en el mundo: el hachís. Todo a pesar de los esfuerzos de la Guardia Civil y la Policía Nacional, que tratan de frenar la droga que viaja desde Sanlúcar de Barrameda.

En la pequeña localidad gaditana, todos los caminos llevan a la desembocadura del Guadalquivir. "Es el puerto más complicado para Cádiz, es el punto más caliente de la provincia. Es una ciudad con más de un 40% de paro. Hay gente que lo está pasando mal y cuando se le presenta la oportunidad de descargar en la playa por 3.000 euros no se lo piensan demasiado", indicó a Equipo de Investigación un periodista del Diario de Cádiz.

Los narcos saben bien dónde buscar a sus peones. Bonanza es un barrio de marineros en el que reconocen a las cámaras de Equipo de Investigación cómo se dedican "a lo que pueden". Los 'puntos' son los que avisan a los narcos de la presencia policial, simulan que pescan, pero en realidad vigilan por 1.500 euros limpios por dos horas de trabajo.

Pero los narcos tienen trabajo para todos. También pagan a los dueños de los invernaderos para ocultar su hachís entre sus plantaciones. Puedes verlo en el vídeo principal de esta noticia.