Valdefuentes es una finca de nueve millones de metros cuadrados que Franco compró y explotó. Cazaba allí los fines de semana. Sin embargo, antes de morir, la puso a nombre de su hija, Carmen Franco, como recordó Equipo de Investigación en un programa estrenado en 2012 que laSexta ha vuelto a emitir este sábado.

Ocupa casi la mitad del término municipal de Arroyomolinos, en el límite del complejo conocido como Xanadú. Sus casas se construyeron sobre un terreno que fue propiedad de los Franco. Después de tres intentos, los Franco consiguieron que una tercera parte de su finca se recalificara. Arroyomolinos se multiplicó y e autorizó la construcción de más de 5.000 viviendas.

"Estaríamos hablando de una finca rústica que se había vendido en aquel entonces a 250 pesetas el metro cuadrado y pasó a 10.000 pesetas el metro cuadrado", explicó en el programa el exconcejal Juan Carlos García. El periodista Antonio Rubio aseguró en el programa: "Los Franco siempre han tenido prisas en coger el dinero y salir corriendo de alguna forma, utilizarlo, gastarlo. Eso ha servido para que una serie de intermediarios hayan sacado el mayor beneficio".

César García, historiador, recordó que "gran parte del dinero y de la fortuna de los Franco en este momento está en esta finca, a la que le han sacado grandes rentabilidades a la inversión realizada por el abuelo".

Tras la muerte de Carmen Franco en 2017 a los 91 años, sus hijos heredaron sus propiedades. La familia ha vendido las empresas de aparcamientos por 17 millones de euros y el pazo de Meirás pasó a manos del Estado en 2020 por decisión judicial.

*El contenido al que hace referencia la información forma parte de un programa de Equipo de Investigación de 2012 que laSexta ha vuelto a emitir este sábado.