Carlos Ríos apostó por abrir una clínica de nutrición en pleno centro de Madrid. El centro llegó a tener ocho empleados y unos ingresos de casi 200.000 euros, aunque un año después entró en números rojos y cerró. Sin embargo, la revista Forbes le corona como el influencer gastronómico más relevante de España.

En 2019, consigue su primera campaña publicitaria en la que emula una escena de la película Ghost con una sandía para promocionar una marca de sandías. El vídeo se hace viral y consigue ocho millones de visualizaciones. Por esta campaña, Carlos Ríos ingresa 30.000 euros. Sus multitudinarias conferencias son otra fuente de ingresos y una de sus empresas recibe dos subvenciones que suman 50.000 euros.

El propio Carlos Ríos indica cuándo cree que comenzó a ser un empresario de éxito: "Creo que con la publicación de mi primer libro, 'Comida Real', porque yo no me esperaba esa acogida; he vendido más de 100.000 copias". "Ahora ya voy por el tercer libro y me da para vivir bien", ha confesado.