'Mujer tenía que ser'
Nevenka Fernández habla del autoexilio que vivió: "Para seguir viviendo me olvide de lo que había pasado y de esa Nevenka"
Nevenka Fernández, la primera mujer que logró sentar a un alcalde en el banquillo por acoso sexual, relata en 'El poder de la verdad' cómo vivió ese periodo de su vida, el rechazo social y su exilio autoimpuesto.

Nevenka Fernández fue la primera mujer en lograr sentar a un político, el entonces edil de Ponferrada, Ismael Álvarez, en el banquillo por acoso sexual. Ahora cuenta su historia en 'El poder de la verdad', donde relata cómo vivió ese periodo de su vida.
Fue víctima por partida doble: no solo sufrió el acoso por parte de Ismael, sino que tuvo que soportar el rechazo y las críticas de la sociedad cuando tomó la decisión de denunciar al alcalde.
"Sufrir un maltrato es algo que te destroza en muchos aspectos como individuo, pero es que la reacción social me remató", confiesa. Desde que se dio a conocer su caso, las empresas no la contrataban e incluso le llegaron a recomendar que borrase su nombre de los currículums para poder tener una oportunidad.
Es por eso que tomó la dura decisión de abandonar España y marcharse al extranjero para poder vivir y sanar todas las heridas que tenía. Un exilio autoimpuesto que le generó odio hacia sí misma y dejó secuelas profundas.
"Esa renuncia y ese incluso odio propio a quien era yo, a la persona que había estado 26 años en España. Para poder seguir viviendo tuve que olvidarme de lo que había pasado y de esa Nevenka", confiesa.
Con el tiempo, Nevenka se ha convertido en un símbolo de lucha feminista, algo que ella nunca esperaba: "Lo vivo con una gran gratitud, es algo que no esperaba. Entiendo la importancia de lo que hice y con una gran esperanza de que realmente sirva a los demás".
Por otro lado, habla también de las manifestaciones del 8 de marzo en España, que ha vivido desde fuera, y de movimientos sociales como el #MeToo que han ido surgiendo en estos años. "Estaba emocionadísima por dentro, me daba valentía y fuerza y me conectaba con la Nevenka que se tuvo que marchar. Hace falta que la gente que podemos decir algo lo hagamos", comenta visiblemente emocionada.