'Un país en la riñonera'

Isma Juárez 'explora' una cueva de Abenójar llena de murciélagos: "Me voy ya, estoy cagado vivo"

El reportero ha acompañado a Jesús, un vecino del pueblo, hasta la cueva de los muñecos. Pero, el miedo que siente Juárez hacia ciertos animales ha provocado que el paseo no sea precisamente placentero.

El reportero ha acompañado a Jesús, un vecino del pueblo, hasta la cueva de los muñecos. Pero, el miedo que siente Juárez hacia ciertos animales ha provocado que el paseo no sea precisamente placentero.

Isma Juárez ha visitado Abenójar, un pueblo de Ciudad Real en el que han encontrado una mina de wolframio. Durante su paseo por el pueblo se encuentra con Jesús, un vecino que le cuenta que él, antes de que se encontrara esa mina, "no sabía para que se utilizaba".

"Ahora no se habla de otra cosa y la televisión está siempre", añade este vecino del pueblo. Jesús le cuenta que, además de la mina, tiene una cueva muy grande y que hay tradición de ir a la cueva. El reportero se anima a visitarla con el vecino.

"Jesús, llevamos media hora en coche y ahora por un camino... ¿tú no me estarás secuestrando?", pregunta Isma. "No, he traído cuerpos mejores, no tengas miedo", responde el vecino, entre risas. El reportero avanza pocos metros hacia el interior y se encuentra con un murciélago, algo que le alarma ya que tiene miedo estos animales.

En otro punto del camino, Isma se debe enfrentar a un terreno resbaladizo. El reportero decide bajar agarrándose a un saliente de la pared. "A la cueva hay que venir a disfrutar si no... nada", afirma Jesús. "Pues no estoy disfrutando", responde Isma.

La cueva, como explica Jesús, es conocida por la cueva de los muñecos. Isma le pide al abenojareño que le cuente a qué se referían para así no tener que avanzar más. "Si me los describes muy bien yo creo que soy capaz de hacerme una idea", le comenta Juárez. "Los chupones que caen de arriba, la gente que venía antiguamente, le decían muñecos. De ahí viene el nombre", indica Jesús. "Pues ya está... la cueva de los muñecos", añade Isma.

Finalmente, llegan a una zona en la que se pueden ver varios murciélagos posados en una pared. "Me voy ya, estoy cagado vivo", afirma el reportero. De repente, Isma grita al ver que uno de los animales comienza a volar. "Por favor, vámonos", pide, asustado. "Creo que es el lugar en el que peor lo he pasado en mi vida", afirma Juárez, al llegar a la salida.