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María, sin hogar que duerme en el aeropuerto de Barajas: "Nadie quiere vivir en esta circunstancia"

La reportera se desplazaba hasta el aeropuerto donde centeneres de personas se refugian para pasar la noche y evitar dormir en la calle. Ropero hablaba con varias personas sin hogar para conocer su situación.

La reportera se desplazaba hasta el aeropuerto donde centeneres de personas se refugian para pasar la noche y evitar dormir en la calle. Ropero hablaba con varias personas sin hogar para conocer su situación.

Andrea Ropero se traslada hasta el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas donde centenares de personas sin hogar pasan la noche. La reportera hablaba primero con Noe, un arquitecto italiano que, después de perder su trabajo, no podía pagar su casa y decidió irse al aeropuerto para no estar en la calle.

Como explicaba a Andrea, se podía mantener gracias al dinero que había ganado trabajando. "Me lo gasto poco a poco", explica. Su objetivo futuro era poder conseguir una casa y "hacer una vida normal, esto no lo es".

María, de 54 años, contaba a Andrea que llevaba cinco meses viviendo en el aeropuerto. En su caso, trabajaba para particulares y empresas como auxiliar de geriatría, pero se quedó sin trabajo. "Estoy en búsqueda activa de empleo, incansable, hasta que tenga otra vez trabajo y pueda salir de esto", afirmaba, "esto no es vida, es horrible".

María explicaba que ella tenía un trastero en el que guardaba todas sus pertenencias y pasaba la mayor parte de su día. En cuanto al perfil de personas que pernoctan en el aeropuerto, María indicaba que son "personas normales, gente que ha trabajado, que saben idiomas". "Nadie quiere vivir en esta circunstancia", reflexionaba. Además, denunciaba que ninguna institución se había acercado hasta ella para mostrar interés por su situación o ayudarla. "Somos los sinbandera", se lamentaba.

Héctor, por su parte, es un joven venezolano que, apesar de tener trabajo, lleva cinco meses durmiendo en el aeropuerto. Su sueldo no le permite poder acceder a un alquiler, por ello, como indicaba a Ropero, se había visto obligado a dormir allí.

El joven explicaba que en su trabajo desayunaba, comía y cenaba y, para asearse, iba a las duchas de ayuda social. Héctor manifestaba que dormir en el aeropuerto "te agota mentalmente" debido a "las presiones, las personas con mala conducta, los robos o los gritos".

(*) Desde laSexta.com estamos recuperando los mejores momentos de la hemeroteca de El Intermedio.