Cristina Gallego irrumpe en el plató de El Intermedio con una guitarra para apoyar a los 'chanqueteros', "aquellos políticos que aunque lo tengan todo en su contra, no abandonan el barco ni aunque se lo pida su partido", señala.

Esta explica que José Luis Ábalos no es el único y recuerda el caso de Cristina Cifuentes, quien "pese al escándalo por la falsificación de su máster en la URJC", dice, ella aguantó más de un mes en su puesto y le dejó claro a todo el mundo que nadie iba a echarla. Aunque, finalmente, su carrera no acabó por culpa de un fraude o por las presiones de su partido, "la culpa la tuvo la 'skincare routine'", aclara.

Otro de los casos más conocidos fue el de Rita Barberá, que un mes después de que saltase el caso Taula, que destapaba una trama de blanqueo en el PP valenciano y con todo el partido en contra, se negaba a "bajarse del barco", recuerda. Al final tuvo que abandonar del partido, pero no su puesto de senadora.

Sin embargo, hay algunos que todavía resisten más, como Francisco Morales, ex vice alcalde de Lorca por Ciudadanos, al que cuando destituyeron por unas presuntas irregularidades en la contratación de un acto de la Semana Santa se encerró en su despacho a las 11:00 horas y no salió hasta las 18:00 horas.

Pero los 'chanqueteros' no están limitados a la política, "los hay en todos lados", asegura Gallego. También pueden estar en el futbol, como en el caso de Luis Rubiales porque "te pueden echar por una roja, pero no por una roja feminista", espeta.