La investigación delcaso de Pozoblanco se inició a raíz de la agresión sexual en los Sanfermines de Pamplona de 2016 por el que los cinco miembros de 'La Manada' ya han sido condenados a 15 años de prisión cada uno y en base a un vídeo que los acusados compartieron en un grupo de WhatsApp compuesto por una veintena de personas.

En dicho vídeo se ve a la joven cordobesa inconsciente en un coche, sentada en la parte de atrás entre dos de los acusados, mientras que un tercero conducía y el cuarto iba de copiloto.

En el coche, todos los acusados comenzaron a realizarle "diversos tocamientos de carácter sexual" y José Ángel Prenda, con el "concierto previo de todos ellos", grabó lo sucedido con el móvil propiedad de Antonio Manuel Guerrero "sin conocimiento ni consentimiento de la perjudicada". Esa grabación y los mensajes serán claves en el juicio que ha arrancado este lunes.

Tras la presunta agresión, los miembros de 'La Manada' contaron en ese grupo de WhatsApp lo que ocurrió. "Vino de follarse a la Bella Durmiente", señalaron en ese chat donde había 21 personas.

La respuesta no tardó en llegar. "Madre mía, ¿qué le echasteis a la chavala?, ¿burundanga?", preguntaba otro miembro. Unos 22 minutos después contaban lo que habían hecho: "Qué habilidad conduciendo con una mano y con la otra cogiendo una teta".

"Es otro caso Marta del Castillo niña, jajaja", llegó a asegurar un miembro de ese grupo, mientras otro apuntaba "el depredador sexual de Las Casitas".

El fiscal pide tres años de prisión para cada uno de los cuatro acusados al considerarlos autores de un delito de abusos sexuales, así como otros cuatro años como supuestos autores de un delito contra la intimidad.

El relato de la víctima: "Me dijo 'chúpamela', me pegó y me llamó puta"

La versión de la víctima será clave en ese proceso judicial y es que, según apunta, Alfonso Jesús Cabezuelo se ofreció a llevar a la joven de Torrecampo a Pozoblanco tras una noche de fiesta. Ella accedió pero apunta que tiene una laguna de unos 45 minutos, el tiempo que duró el trayecto.

"Tengo una laguna en la que no recuerdo absolutamente nada. Abrí los ojos en Pozoblanco, estaba en el asiento de atrás del coche, completamente desnuda, con las medias rotas y quitadas. Alfonso iba conduciendo", detalla la joven.

En ese momento, la joven reaccionó: "Empecé a colocarme el vestido y las medias rápidamente y me pasé desde atrás al asiento del copiloto. Recuerdo que Alfonso me dijo: 'Chúpamela, al menos'. Yo me negué y entonces él me pegó en la cara y en el brazo. Me echó del coche gritándome 'puta'. Su actitud era muy agresiva".

Cuando salió del vehículo, la joven explica que estaba mejor: "Me extrañó que al salir del coche me noté muy despejada, como si no hubiera bebido en toda la noche".