Cuatro miembros de La Manada afrontan el juicio por presuntos abusos sexuales y atentado contra la intimidad a una joven en Pozoblanco (Córdoba), delitos por los que la Fiscalía solicita siete años de prisión para cada uno de ellos.

En su escrito de acusación, el fiscal imputa estos delitos a Alfonso Jesús Cabezuelo, José Ángel Prenda, Antonio Manuel Guerrero y Jesús Escudero.

La versión de la víctima será clave en ese proceso judicial y es que, según apunta, Alfonso Jesús Cabezuelo se ofreció a llevar a la joven de Torrecampo a Pozoblanco tras una noche de fiesta. Ella accedió pero apunta que tiene una laguna de unos 45 minutos, el tiempo que duró el trayecto.

"Tengo una laguna en la que no recuerdo absolutamente nada. Abrí los ojos en Pozoblanco, estaba en el asiento de atrás del coche, completamente desnuda, con las medias rotas y quitadas. Alfonso iba conduciendo", detalla la joven.

En ese momento, la joven reaccionó: "Empecé a colocarme el vestido y las medias rápidamente y me pasé desde atrás al asiento del copiloto. Recuerdo que Alfonso me dijo: 'Chúpamela, al menos'. Yo me negué y entonces él me pegó en la cara y en el brazo. Me echó del coche gritándome 'puta'. Su actitud era muy agresiva".

Cuando salió del vehículo, la joven explica que estaba mejor: "Me extrañó que al salir del coche me noté muy despejada, como si no hubiera bebido en toda la noche".

Después aturdida, llamó a varios amigos. Quería saber qué pasó cuando estaba inconsciente, pero nadie sabía nada. "Llegué a casa y me vi un gran moratón en la cara interna del muslo derecho. Me hice una foto", relató.

La investigación de este caso se inició a raíz de la agresión sexual en los Sanfermines de Pamplona de 2016 por el que los cinco miembros de La Manada ya han sido condenados a 15 años de prisión cada uno y en base a un vídeo que los acusados compartieron en un grupo de WhatsApp compuesto por una veintena de personas.

En dicho vídeo se ve a la joven cordobesa inconsciente en un coche, sentada en la parte de atrás entre dos de los acusados, mientras que un tercero conducía y el cuarto iba de copiloto.

En el coche, todos los acusados comenzaron a realizarle "diversos tocamientos de carácter sexual" y José Ángel Prenda, con el "concierto previo de todos ellos", grabó lo sucedido con el móvil propiedad de Antonio Manuel Guerrero "sin conocimiento ni consentimiento de la perjudicada". El fiscal pide tres años de prisión para cada uno de los cuatro acusados al considerarlos autores de un delito de abusos sexuales, así como otros cuatro años como supuestos autores de un delito contra la intimidad.