El epidemiólogo y pediatra Quique Bassat ha explicado en una entrevista en laSexta Noticias los tres argumentos principales que justifican la necesidad de vacunar a los más pequeños en cuanto estén disponibles los sueros.
"Hay tres grandes argumentos: evitar los efectos graves, infrecuentes pero que pueden ocurrir; evitar los aspectos persistentes de la enfermedad, el COVID persistente; y ayudar a reducir la transmisión de la enfermedad", ha apuntado el pediatra.
Cuestionado sobre si esta vacunación frenará la escalada de la incidencia, Bassat se ha mostrado optimista: "Esperamos que tenga un impacto muy positivo a la hora de reducir la incidencia", ha dicho.
Esto es porque son los niños los protagonistas de la nueva ola, como los adolescentes lo fueron en la quinta: la razón es que no están vacunados.
Además, Bassat ha recordado que la vacuna también ayuda a la hora de cortar la transmisión: "Un vacunado tiene tres veces menos riesgo de infectarse, pero no nos hace invulnerables".
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En el caso de los niños, no afecta que sea una vacuna en una dosis menor que la que se aplica a los adultos: está razonado porque cuentan con un peso y un volumen menores, por lo que las dosis también han de ser menores.