La mayor desigualdad de salarios en España es de género. En un salario medio anual, las mujeres cobran un 21,5% menos que los hombres. Además, en la actualidad, ocho de cada diez empresas obligadas a tener un plan de igualdad no cumplen la norma. Y es que están obligadas a tenerlo todas aquellas con más de 100 trabajadores, por lo que hay cerca de 10.000 que incumplen la norma.

A partir de marzo de 2022, será obligatorio a partir de 50 empleados. Para evitar sanciones, las que no lo cumplen aseguran que están implementándolo. Y es que no no registrar un plan de igualdad no tiene sanción, pero una inspección de trabajo sí podría sancionar.

IKEA es una de las empresas que sí cuenta con un plan de igualdad donde, con más de 100 medidas, destaca un protocolo de violencia de género, en el que destaca, tal y como indica Elena López de Andrés, responsable de Diversidad e Igualdad de 'IKEA Ibérica', "el acompañamiento desde el minuto uno por el servicio de trabajo social, las ayudas económicas y la flexibilidad horaria".

Se trata de un plan que ya les ha dado resultados. "El 59% de la plantilla son mujeres, y a nivel de comité de dirección tenemos una representación muy equilibrada", señala López de Andrés de este plan que ya notan empleados como Cristina, quien afirma que desde el principio le hablaron de "talento". "Nunca hablaban ni de hombres, ni de mujeres, sino que éramos todos iguales", manifiesta.

Este es un ejemplo de las cerca de 3.000 empresas de más de 100 trabajadores que han registrado su plan. "Con la nueva regulación que entró en vigor a principios de 2021, se incrementa significativamente el número de empresas obligadas a implantar planes de igualdad, y lo que hemos visto es que ha habido un interés importante", indica Begoña Suárez, subdirectora general de Igualdad de empleo, del Instituto de Mujeres.

Según un estudio, el 89% de compañías está, al menos, trabajando en ello, aunque no es suficiente, ya que tres cuartas partes de las que están obligadas no lo han presentado. Además, "persisten unas importantes desigualdades retributivas", tal y como lamenta Suárez.

La normativa también genera negocio, con empresas que ofrecen servicios de consultoría para que otras implanten sus medidas, como Fundación Alares. "Hacemos el análisis anual, que es muy importante, y que ves realmente que todo lo que has estado haciendo has tenido algún sentido y, si no es así, se reconduce el camino", afirma Mar Aguilera, directora general de la fundación.

En este sentido, Aguilera defiende que, además, se trata de un camino rentable. "La empresa es más competitiva porque tiene un talento diverso. Es estrategia pura que aporta valor económico a la compañía, además de un valor social", destaca.

Todavía hay mucho por hacer. Y es que solo hay un 20% de presencia femenina en las empresas emergentes.