Antes y después del fuego
Destrozos, cenizas y humo: la ola de incendios destroza cientos de paisajes que nunca volverán a ser como antes
Los detalles Decenas de localidades en Ourense, Zamora y León han visto cómo el fuego ha alcanzado sus núcleos de población, destrozando viviendas y bienes culturales.

Resumen IA supervisado
Los incendios han transformado radicalmente el paisaje español, dejando cenizas y destrucción donde antes había verde. La Laguna de A Serpe en Ourense, antes un paraje natural lleno de vegetación, ahora parece un campo de guerra. Cerca de allí, el mirador del Barranco Rubio en Valdeorras muestra un paisaje de cenizas. San Vicente de Leira, una aldea gallega, ha visto sus casas convertidas en escombros. En León, Arnado ha quedado en ruinas, y Lusio, en el Bierzo, ha perdido su entorno natural. Esta ola de incendios ha destruido paisajes, hogares y recuerdos, transformando la vida de muchas comunidades.
* Resumen supervisado por periodistas.
Cenizas, destrozos y un paisaje que antes era verde y ahora es completamente negro. Es como han quedado los montes españoles después de dos semanas en los que han sido arrasados por los incendios.
Buena prueba de ello es la Laguna de A Serpe, en Ourense. En apenas unos días, ha pasado de ser un paraje natural espectacular y plagada de vegetación a una zona que parece haber sido arrasada en una guerra. A pocos kilómetros está el Barranco Rubio, un balcón natural en plena comarca de Valdeorras cuyo mirador se ha convertido en una postal de cenizas.

A 10 kilómetros está San Vicente de Leira, o lo que queda de esta preciosa aldea gallega. El sábado, el fuego llegaba al pueblo, convirtiendo sus casas y sus tejados de pizarra en humo y escombros. Hoy, solo quedan los cimientos de las viviendas de vecinos que lo han perdido todo.

León también ha sufrido la crueldad de las llamas, que han dejado en ruinas Arnado, una localidad cuya ermita ha quedado completamente devastada.

Devastado ha quedado también Lusio, una aldea en pleno corazón del Bierzo conocida por su entorno natural que fue atravesada por las llamas y que ha hecho que sus hogares dejen de ser hogares. Porque esta ola de incendios ha borrado paisajes, hogares y recuerdos de toda una vida en apenas unos días. Unos paisajes que nunca volverán a ser los mismos.