Islandia se ha convertido en el primer país en introducir legislación que obligue a las empresas a demostrar que están pagando a hombres y mujeres por igual, según informa 'The New York Times'.

Una nueva legislación que nace con la idea de que a menos que las leyes se apliquen con más fuerza, el desequilibrio salarial nunca se va a zanjar.

Las empresas deberán evaluar cada puesto de trabajo de la compañía para identificar y fijar las diferencias salariales de más del 5%. Un proceso de auditoría que no tendrá grandes costes.

"Queremos derribar la última de las barreras de género en el lugar de trabajo", explicó Thorsteinn Viglundsson, ministro de Asuntos Sociales y de Igualdad de Islandia. Actualmente, en Islandia las mujeres ganan en torno a un 14% y 20% menos que los hombres, según el Gobierno.

Por su parte, la Organización Internacional del Trabajo estima que la brecha salarial mundial por razón de género no se cerrará hasta dentro de 70 años a menos que los esfuerzos se aceleren.