Hace años que Silvia ya reciclaba en casa, pero durante el confinamiento se propuso reciclar todo lo que tenía en los cajones: "Como hemos estado más tiempo en casa, nos ha dado por organizar", cuenta a laSexta.

Aparatos electrónicos antiguos, cargadores de móviles, decenas de cables desechados, pero también muchas prendas de ropa que ya no usaba o que estaban rotas: "Hicimos mucha limpieza. Con la ropa, lo primero que hice fue dársela a otras personas, como a mi hermana, y la que no se podía reutilizar, directamente la llevamos al punto limpio cuando abrió", continúa.

Silvia es una de las más de 2,5 millones de personas, el 6,7% de la población en España, que afirma haber empezado a reciclar nuevos residuos durante el confinamiento, según datos del estudio 'La sostenibilidad, el compromiso medioambiental y el reciclaje tras la Covid-19', realizado por Focus para Ecoembes, la organización ambiental sin ánimo de lucro que coordina el reciclaje de envases en España.

De los millones de personas que han sumado el hábito de reciclar a su día a día, casi la mitad, un 45,4%, ha empezado a separar los envases de plástico, latas y briks para el contenedor amarillo, mientras que más de un 28,6% ha hecho lo propio con el papel y el cartón en el contenedor azul.

"El esfuerzo es mínimo: tienes un contenedor al lado del otro", explica Silvia, que cree que quien no recicla "es por pereza o falta de hábito". Ella tiene claro que "nos estamos cargando el mundo" y reciclar es uno de los pequeños gestos que podemos hacer para frenar el cambio climático, una opinión que también comparte prácticamente todo el mundo, el 95,3% de los encuestados en el mencionado estudio.

Mantener los hábitos en verano, también de reciclaje

La sociedad española lleva años demostrando que confía en el reciclaje como una de las herramientas principales con las que contribuir al cuidado del medioambiente. Incluso en esta situación excepcional derivada de la pandemia, como muestran los datos, el hábito de reciclar ha continuado creciendo. De hecho, desde que se inició del estado de alarma y durante el confinamiento, los ciudadanos incrementaron en un 15% el uso del contenedor amarillo.

Es posible cuidar el medio ambiente a través del reciclaje en cualquier lugar y momento. "El que tiene conciencia medio ambiental, hábito de reciclar, lo continúa haciendo en verano con independencia de dónde esté", asegura María Eulalia Bermejo, técnica en Medio Ambiente de la Unión de Consumidores de Extremadura (perteneciente a la Confederación de Asociaciones de Usuarios y Consumidores Europeos, CAUCE).

Ni para Silvia ni para Bermejo el cambio de domicilio durante la época estival es un problema para reciclar, "es igual que mantener el hábito de lavarse las manos, por ejemplo". Solo hay que buscar un espacio para tener diferentes cubos o bolsas en las que separar los residuos por tipos.

Un guante tirado en la calle

La experta en medio ambiente reconoce que es en las zonas de ocio como playas, parques o espacios naturales sobre las que debemos prestar más atención y no verter residuos: "Fíjate el poco tiempo que llevamos con mascarillas y ya las tenemos en los márgenes de los ríos y en el mar", reflexiona Bermejo.

Todos hemos visto guantes y mascarillas tiradas en la calle, incluso en el lugar más recóndito cuando hemos ido a dar un paseo a la montaña, sin embargo, deberían echarse en el contenedor de resto. Estos nuevos residuos se suman a los que normalmente encontramos tirados en la naturaleza: latas, pañuelos o botellas. "¿Quién puede tirar eso al suelo?", nos preguntamos cuando lo vemos, pero lo cierto es que no es un envase ni dos los que vemos en parajes naturales. El año pasado, el 'proyecto LIBERA' contabilizó 126 toneladas de basuraleza en las recogidas de montes, embalses y mares en toda España.

Silvia insiste en que la falta de conciencia ambiental de la mayoría de personas está vinculada con la pereza, algo que ni entiende ni comparte. Ella nunca tira nada al suelo, lo guarda siempre para echarlo en una papelera porque "no cuesta nada": "Todos los veranos hago el Camino de Santiago y, cuando llego al albergue, separo y reciclo todos los residuos", dice como auténtica eco peregrina.

El reciclaje empieza en la compra

Tan importante como separar y reciclar los residuos que generamos es hacerlo en el contenedor correspondiente. "Tenemos que aprender a reciclar mejor para no cometer errores", dice Bermejo, que continúa explicando: "Hay que saber que un cubo de plástico no va al contenedor amarillo y una percha, tampoco. Hay que seguir formándose en materia medioambiental y reciclar todas las fracciones": orgánica, de resto y envases.

Nuestros hábitos de consumo marcan en el medio ambiente"

María Eulalia Bermejo

Sin embargo, Bermejo va más allá y considera que reciclar no es solo depositar el residuo en su contenedor correspondiente, sino que se empieza a reciclar en el momento de la compra. El consumidor tiene "la responsabilidad de saber cuándo un fabricante invierte en poner en el mercado un envase que, bien por su diseño o su fabricación, es más respetuoso con el medio ambiente", explica Bermejo.

Cuando vamos a comprar una botella de refresco, por ejemplo, es importante saber si el fabricante ha contribuido con el pago del Punto Verde para que ese residuo sea reciclado, además de saber con qué material está construido o si ha tenido en cuenta el ecodiseño.

Según Bermejo, a la hora de adquirir un producto, la decisión de compra del consumidor no tiene que depender solo de la estética, sino de la huella ecológica que ha dejado ese producto: "Nuestros hábitos de consumo marcan en el medio ambiente", incide, y es algo que tenemos que tener en cuenta.