Un brote de listeriosis ha afectado al menos a 71 personas en Andalucía por el consumo de un producto de carne mechada, de las cuales 46 permanecen ingresadas, cuatro de ellas en Cuidados Intensivos. Además, se investiga el aborto sufrido por una mujer en el tercer trimestre de gestación, en cuya placenta se halló listeriosis.

Se trata de una infección causada por la bacteria 'Listeria monocytogenes' que, por lo general, se contrae por consumir alimentos contaminados, según informa la Junta de Andalucía en un comunicado. Son grupos de riesgo las embarazadas, los bebés recién nacidos, las personas mayores y aquellas con el sistema inmunitario debilitado.

En general, la listeriosis suele cursar con fiebre y diarrea, pero en las mujeres gestantes puede causar una afección grave que afecte al feto y puede llegar a provocar un aborto espontáneo, muerte fetal, parto prematuro, o infecciones potencialmente mortales en el recién nacido, según los Centros de Control de Enfermedades (CDC).

Los síntomas normalmente se presentan entre una y cuatro semanas después de haber ingerido el alimento contaminado, aunque en algunos casos la infección puede no mostrar síntomas hasta 70 días después de la exposición. No obstante, precisa la Consejería de Salud andaluza, también hay casos en que los síntomas aparecen el mismo día de la exposición.

Los síntomas que puede causar la enfermedad son fiebre, dolores musculares, vómitos o diarreas, rigidez de cuello, confusión y debilidad. La Consejería ha pedido a los ciudadanos con cuadros sintomáticos como este que se dirijan a su centro de salud o a las Urgencias más cercanas.

Según los CDC, la listeriosis generalmente se diagnostica con un cultivo bacteriano y se trata con antibióticos.

Alimentos con más riesgo

Las normas básicas de prevención de la infección por Listeria, detallan desde la Junta, pasan por una higiene alimentaria adecuada, sobre todo en el caso de las personas en situación de riesgo.

En este sentido, advierten de que la contaminación de alimentos es común y que la Listeria puede reproducirse a temperaturas de refrigeración, por lo que los alimentos ligeramente contaminados pueden adquirir una gran contaminación durante la refrigeración.

Este problema afecta especialmente a los alimentos que se comen sin cocción adicional, como aquellos refrigerados que se venden listos para consumir.

Así, las personas en riesgo deben evitar el consumo de quesos blandos (como camembert y brie), así como de otros alimentos refrigerados listos para consumir, a menos que se calienten hasta una temperatura interna de 73,9ºC o hasta hervir.

Del mismo modo, deben evitarse los pescados y mariscos ahumados refrigerados, a menos que hayan sido cocinados; la leche cruda (no pasteurizada) y las verduras congeladas sin cocción previa antes de consumir.