La Policía Nacional ha detenido a un padre y un hijo, de 62 y 22 años, por llevar a cabo una estafa en la que se hacían pasar por gestores, asesores o abogados para ofrecer a personas de avanzada edad o con alguna discapacidad una mejora en sus pagas o prestaciones.
Estafaron a 14 personas más de 130.000 euros, y en el registro que se hizo de su casa se encontraron más de 4.500 euros en efectivo, prendas de vestir de marca, ordenadores, teléfonos móviles de alta gama y su documentación.
La investigación comenzó cuando los agentes recibieron varias denuncias que tenían un factor en común: las víctimas eran jubilados y personas de avanzada edad o con alguna discapacidad que estaban recibiendo en esos momentos una prestación económica.
Los presuntos culpables prometían a los perjudicados realizar una serie de trámites para subir el coste de las prestaciones que estaban recibiendo.
Invitaban a desayunar o a almorzar a sus víctimas y les daban un buen trato para ganarse su confianza y posteriormente hacerles firmar contratos de servicios, créditos y documentos; así se apropiaban de su dinero y compraban a su costa diversos bienes como móviles, ropa, relojes, aparatos electrónicos o vehículos para después venderlos.
Ahora serán juzgados por un delito de estafa.