La historia ha sido publicada en Facebook por la asociación 'Love What Really Ratters' (el amor es lo que de verdad importa).
La madre justifica su decisión en la carta por dos motivos: "La imagen no muestra más que alguien en traje de baño y porque la vida no siempre es políticamente correcta y bonita, es real. La vida no es bonita, y el cáncer destruye a una persona".
Es una imagen de la vida cotidiana de madre e hijo. "Está con pañales porque el 75% de las veces no puede controlar sus esfínteres", asegura la mujer.
En la carta se refleja el miedo que sufre esta mujer "tener a mi hijo durmiendo conmigo por la noche porque tiene miedo de que algo le suceda y esté solo, y por algo me refiero a morir".
La madre relata el calvario que sufre cada vez que su hijo le asegura "que no va a superarlo". La mujer describe el horrible proceso de la quimioterapia "éste es él que no desea ser tocado, porque duele demasiado, y usando morfina para soportar su día. Éste es él, que me dice que está asustado y piensa que no verá su 11° cumpleaños".
La mujer confiesa que el pequeño le ha preguntado que si muere, si irá al cielo y verá a su papá allí y podrá "hablar y jugar" con él. Asegura que su hijo "es demasiado débil para salir de la cama o para caminar y necesita ser llevado o moverse en una silla de ruedas".
"Él es mi sonrisa, mi amor, mi latido del corazón. Él también es mis lágrimas, mi dolor de corazón, mi ceño fruncido. Él es mi vida", así la madre se despide asegurando en la carta que su hijo es su razón de vivir.
La publicación ha desatado una campaña de solidaridad en Estados Unidos. La página de Facebook ha habilitado una pestaña para recibir las cartas de apoyo.