La historia de esta mujer, que todavía se mantiene en el anonimato, comenzó cuando su hijo de cuatro años decidió arrojar a su perro por la ventana de la casa. La mujer dice que un día cuando estaba en casa el pequeño fue rápidamente hacia ella para abrazarle y besarle por lo que sospechó que había hecho alguna trastada.
La sorpresa de esta mujer es que encontró al perro de la familia muerto en el jardín de la casa. En ese momento, decidió revisar las cámaras de seguridad y descubrió lo que realmente había ocurrido.
"Le grité mientras las lágrimas caían de mis ojos, lo sentía por el cachorro. Mi hijo estaba muy triste, con los ojos rojos, pero sin lágrimas", cuenta la madre en las declaraciones recogidas por 'Metro'.
El problema de la mujer es que después de lo ocurrido se sintió mal por la reacción que había tenido con su hijo: "No traté su castigo de la manera correcta. Probablemente lo he traumatizado".
Arrepentida por su reacción, la mujer decidió contarlo en un foro de educación infantil y pedir consejos. Lo que la protagonista de la historia no pensaba es que el debate iba tener una gran repercusión.
Entre las opiniones que ha generado, hay para todos los gustos. Los responsables de la página donde la mujer contó la historia han explicado que los niños menores de seis años pueden que no tengan la madurez suficiente para entender que los animales tienen sentimientos y que no se puede utilizar como un juguete.