Italia asiste conmocionada a la excarcelación del despiadado mafioso Giovanni Brusca, autor del atentado que acabó con la vida del juez antimafia Giovanni Falcone, de su mujer y de tres escoltas. Brusca, apodado también 'Scannacristiani' (Matacristianos) y 'U' Verru' (el cerdo en siciliano), sale en libertad condicional con 64 años tras pasar 25 de ellos en prisión, lo que ha generado una enorme polémica en el país alpino por los beneficios que se otorgan a los colaboradores de la justicia.
Precisamente, Brusca, hombre muy cercano a Salvatore 'Totò' Riina -uno de los más famosos miembros de la Cosa Nostra siciliana-, fue condenado a cadena perpetua por los más de 150 homicidios perpetrados que confesó. Sin embargo, su pena fue reducida a 26 años por cooperar con los jueces italianos, lo que llevó a la intervención policial en múltiples ocasiones para detener a multitud de personas y acabar con las actividades mafiosas que llevaban a cabo. Cumplida la condena, ya ha salido de la penitenciaría de Rebibbia, en Roma.
El nombre de Brusca es bien conocido en Italia, especialmente desde los años 90. Tras ser arrestado en mayo de 1996, el ahora expresidiario reconoció en esa época haber participado de forma decisiva en la conocida como 'matanza de Capaci' de 1982, operación en la que fueron asesinados el magistrado Falcone y los acompañantes anteriormente nombrados. Brusca confesó haber apretado el detonador que hizo estallar 500 kilos de explosivos en una autopista de Sicilia donde circulaban las víctimas.
Las familias de las víctimas no han tardado en reaccionar al conocer la excarcelación de Brusca. "Es una noticia que me duele, pero así es la ley, una ley que mi hermano quería y que, por lo tanto, debe ser respetada", ha señalado Maria Falcone, hermana del juez asesinado que con el tiempo se ha convertido en un auténtico icono de Italia en la lucha contra las organizaciones mafiosas: "Que el poder judicial y las fuerzas del orden le vigilen muy de cerca para evitar el peligro de que vuelva a delinquir".
(Brusca) puede restablecer relaciones con personas que todavía tienen confianza en él y lo respetan"
Más indignada se ha mostrado Rosaria Schifani, viuda de uno de los escoltas que fallecieron en el atentado. "¿Qué forma es ésta de administrar la ley?", ha lamentado la mujer, afirmando al mismo tiempo que con la puesta en libertad de Brusca se limita la importancia y la gravedad de lo que ocurrió: "Así se olvida todo lo que hemos pasado, se debilita el recuerdo de la tragedia, el dolor se convierte en algo privado, no una palanca para alimentar el crecimiento de un compromiso civil". La Justicia ha mostrado también su preocupación ante este desenlace.
"Puede restablecer relaciones con personas que todavía tienen confianza en él y lo respetan", ha apuntado Leonardo Guarnotta, quien otrora fue uno de los colaboradores más cercanos del magistrado Falcone cuando trabajaban en el grupo antimafia. Guarnotta ha ido incluso más allá y ha puesto en duda la veracidad del arrepentimiento del 'Scannacristiani': "Muchos colaboradores nos han dicho que sólo hay una manera de salir de la Cosa Nostra, con la muerte".
El historial de Brusca
Más allá de los más de 150 homicidios que se le imputan, el nombre de Giovanni Brusca se hizo especialmente conocido por su vinculación con el asesinato de Giuseppe di Matteo, un niño de 13 años hijo de un mafioso 'arrepentido' y colaborador de la justicia, Santino di Matteo. Para castigarlo por la traición, la organización de Brusca secuestró al menor en noviembre de 1993 y lo mantuvo retenido hasta principios de 1996. En enero de ese año, Giuseppe fue estrangulado y su cuerpo fue disuelto en ácido para borrar pistas.
"Disolvió a mi hijo en ácido. Si lo encuentro en la calle, no sé lo qué puede pasar", ha aseverado Santino, que en una entrevista concedida al diario italiano 'Corriere della Sera' ha reconocido que no olvida ni perdona el crimen cometido contra su hijo. "El Estado se ha dejado engañar", ha denunciado, advirtiendo de que "la ley no puede ser igual para esta gente". "Brusca no se merece nada (...) No pertenece a la Humanidad", ha lamentado el exmafioso. No solo él, pues gran parte de Italia no olvida ni perdona los años de plomo en el país de la mano de gente como Brusca.
La ultraderecha de Matteo Salvini, líder de la Liga, no ha dudado en tachar al expresidiario de "porquería" que "no puede salir de la cárcel". En este sentido, cree que "hay que cambiar la ley" y que prácticamente la totalidad de los italianos está en contra de esa medida. En una línea muy similar se expresó Antonio Tajani, coordinador nacional de Forza Italia y persona muy cercana al líder del partido, Silvio Berlusconi: "Es imposible creer que un criminal como Brusca pueda merecer algún beneficio. Su salida de la cárcel da escalofríos. Esto no es justicia".
No todos opinan así, pues el secretario general del Partido Demócrata italiano, Enrico Letta, ha afirmado que la excarcelación de Brusca es "un puñetazo en el estómago", si bien ha querido recuperar las palabras de la hermana de Falcone para recordar "a todos que esa ley aplicada hoy la quiso también su hermano, que ha permitido tantos arrestos y ha desbaratado las actividades mafiosas". Al margen de las consideraciones políticas, la población ha estallado en un intenso debate sobre si debería reformarse el código penal y se debería limitar la reducción de condenas para criminales como Brusca aunque colabore con la justicia.