En el Día Internacional de la Mujer son muchas las personas que salen a la calle desde diferentes puntos del país parareivindicar los derechos de las mujeres y acabar con la discriminación que sufren en diversos ámbitos como el laboral o económico.
Además, esta situación también se repite dentro de los propios hogares. Algunas mujeres reconocen que viven a diario dicha discriminación por género en su casa, con su familia. De hecho, un 22% de las chicas de entre 15 y 29 años han admitido que sienten que tienen que hacer más cosas que sus hermanos o primas.
Por ejemplo, en una comida familiar, son ellas las que tienen que levantarse a recoger mientras ellos se quedan sentados. Como estos, viven pequeños gesto que evidencian que todavía se sigue teniendo actitudes machistas dentro del hogar.
Antes de salir de fiesta, son muchas las que reconocen que sus padres les dicen frases como "eso que llevas es muy corto", "eres muy pequeña para ir así" o "tápate". Los datos reflejan que dos de cada diez mujeres jóvenes se sienten discriminadas en su propio hogar.
"A mí me ponen a limpiar y a mi hermano a hacer cosas de fuerza", explica una de estas chicas. "Yo hago todo en mi casa y mis primos nada", confiesa otra. Estos son solo algunos ejemplos de los que tienen que vivir todavía algunas chicas en su casa.
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Sin embargo, hay esperanza, y es que en otros muchos hogares la situación ya es completamente diferente. "En mi casa hacemos las cosas a partes iguales", reconoce una joven. Pese a todo, hay que seguir luchando para que ese 22% se sienta libre y viva en igualdad también de puertas para dentro.
Con algún 'pero'
La Justicia ratifica que llamar "gilipollas" a un jefe no es motivo de despido
Así lo ha ratificado el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). Eso sí, enfatiza que el insulto debe ser "concreto y aislado" en un contexto determinado, como el caso de un empleado al que le pidieron que se quedara a una reunión al terminar su turno.