Con la cara amoratada, las marcas de la soga en el cuello y absolutamente aterrada, Carmen cuenta en 'Y ahora Sonsoles' cómo su presunto agresor, un antiguo conocido de la familia, se ofreció para llevarla al hospital a ver a su pareja. "Le dije que tenía que subir al hospital y me contestó que él me llevaba", relata.

Ya en el coche, sostiene, él la engaña para llevarla a su casa: "Me preguntó si no me importaba que fuéramos a su casa a coger una cosa que se le había olvidado".

Dentro del domicilio, según la versión de Carmen,comienza la brutal agresión: "Me pegó el primer puñetazo, me tiró al suelo, me puso la soga y me dijo que tenía que ser para él porque llevaba 20 años detrás de mí".

Fue entonces, apunta Carmen, entre insultos y amenazas de muerte a ella y a su pareja, cuando el hombre la encadena y la tira en un colchón. "Me dijo que por la noche iba a hacer el amor conmigo y yo tuve que entrar al juego a ver si me lo podía llevar a mi terreno", añade.

Con ayuda de un destornillador, que muestra, afirma que consigue liberarse de todo menos las cadenas y huir por una ventana. Pero a las puertas de la casa, su agresor consigue retenerla: "Me pegó otro puñetazo, empezó a pegarme y no podía quitármelo".

Una llamada inesperada al telefonillo, explica Carmen, le salvó la vida. Aprovechó un descuido mientras su agresor abría la puerta para escapar: "Yo dije: 'Esta es la mía'. Abrí la puerta, salí, se me quedó mirando, pero no dijo nada".

Así, según apunta, consiguió llegar al cuartel de la Guardia Civil y salvar su vida.