España espera grandes cambios de temperatura para los próximos días. En pleno mes de julio, las comunidades del norte del país aguardan, con cierta lástima, la llegada de nubes y el descenso de las temperaturas.

En Santiago, Galicia, se ha llegado a bajar hasta los 20 grados, respecto a los 30 que mantenía la ciudad hace escasos días.

"Este verano ya se ha terminado. A partir del 15 de agosto a olvidarse de él", comentan con resignación en la ciudad gallega.

En otros lugares, como Guipuzkoa, los bruscos cambios del viento hacen que sus playas pasen de estar repletas, por continuas corrientes de aire caliente, a hallarse completamente vacías en cuestión de minutos por el paso de un frío aire. Un fenómeno descrito como 'galerna'. Tras el cese de este fuerte viento,  las temperaturas volvieron a subir.

En Madrid se mantiene el sofocante clima soleado que probablemente se adueñe de la comunidad durante todo el verano. La falta de mar provoca un calor seco que a muchos llega a resultar agobiante. Sin embargo, los tradicionales recursos para combatir el calor siguen funcionando.

"Sombrerito, agua de vez en cuando, y punto", señala un señor. Sin embargo, a partir del sábado tendrán que hacer un menor uso de este remedio, ya que las temperaturas descenderán.

En el mediteráneo, en cambio, suben las temperaturas. En los próximos días se esperan olas de calor de entre 35 y 40 grados. La sombra, las fuentes y el ventilador se convierten en los aliados más frecuentes de personas que ya no saben qué hacer para combatir una solana tan potente. Y, por supuesto, el mar.

Las playas de la zona mediterránea se mantienen llenas estos días en busca de un buen chapuzón.

"Y el sábado más calor, y el domingo más calor", comenta un valenciano. Sí, el fin de semana las temperaturas continuarán subiendo.