Escándalo sanitario

La carta de una trabajadora que renunció a su puesto en el hospital de Torrejón: "Propusieron que un anestesista pudiese llevar dos quirófanos a la vez"

Los detalles La exempleada envió una misiva de renuncia, a la que ha tenido acceso laSexta, en la que relataba cómo las decisiones que se estaban tomando en el centro hospitalario estaban "desmantelando el servicio".

Hospital de TorrejónHospital de TorrejónEduardo Parra / Europa Press
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Al Grupo Ribera se le siguen acumulando las quejas desveladas de las 'malas praxis' que habrían estado realizando en su gestión del Hospital de Torrejón de Ardoz (Madrid). Ahora, laSexta ha accedido a la carta de renuncia en 2023 de una anestesista que trabajaba en el centro hospitalario denunciando que se proponía a los anestesistas llevar dos quirófanos a la vez cuando solo se puede llevar una sala por persona.

En dicha misiva, enviada el 27 de marzo de 2023, la ya extrabajadora anunciaba su marcha voluntaria de su puesto como anestesista en el hospital después de tres años en su puesto. Y, en la misma, relataba los motivos por los que había tomado esa "difícil decisión".

Para la trabajadora, el punto de inflexión en el Hospital de Torrejón fue el 11 de octubre de 2022, día en el que se despidió a su jefe de servicio con "alevosía y premeditación": "Hasta día de hoy desconozco el motivo específico y concreto, pero he seguido trabajando cinco meses más para ver cómo iban a evolucionar las cosas. Observando estos meses las distintas tomas de decisión, solo puedo llegar a la conclusión de que todo son falsas promesas y más desmantelamiento del servicio".

De hecho, especifica que con su renuncia, ya eran en ese entonces 12 los anestesistas que habían abandona el hospital en tan solo cinco meses (de octubre de 2022 a marzo de 2023). "Nos dijeron que no querían que el hospital fuera la privada de ningún anestesista pero han traído personal mercantil con cero compromiso por el buen funcionamiento del servicio", añade.

Sobre estos trabajadores, la exempleada explica que son personas que "ni se molestan en poner analgesia intraoperatoria para que el paciente tenga una corta estancia en URPA y se puedan dar de alta pronto y en condiciones de calidad". Además, denuncia que "existían protocolos de anestesia basados en la evidencia para mejorar ciertos resultados postoperatorios (como en cirugía bariátrica o artroplastias de rodilla) que ya no se están aplicando".

"Es más, tan poco compromiso tienen estos anestesistas externos con el hospital que ninguno de ellos tiene intención de pasar a ser personal fijo y prefieren seguir trabajando como mercantiles (La gente no es ingenua y saben qué les beneficia más, cobran lo mismo que el personal fijo por las jornadas extraordinarias y no tienen el compromiso de las 37.5h/semanales ni guardias obligatorias)", prosigue en su carta. No solo eso, sino que afirma que uno de esos nuevos anestesistas "permite que se haga una intervención en un paciente pediátrico sin ningún tipo de anestesia porque dice que desconoce las dosis pediátricas".

Por otro lado, la exanestesista también señaló que al personal que todavía se mantenía en su puesto "en condiciones cada vez más hostiles" se les "retiraron los pocos beneficios no económicos que luchamos por conseguir para hacer del hospital y el servicio algo más atractivo para que la gente viniera a trabajar".

Unas condiciones que fueron a peor con "la situación post-pandemia y las elecciones autonómicas en mayo": "La programación quirúrgica ha sido cada vez más ambiciosa (por no poner otro calificativo), y en vez de incentivar el trabajo extra, nos han incrementado los pacientes en consulta con pluses a la misma hora y clasificaciones muy deficientes".

"Y ya el colmo, implantaron en febrero (de 2023) quirófanos en fin de semana informándonos tres días antes y con anestesistas externos ya programados para los findes de los dos meses siguientes. Y para más inri, con la excusa de falta de personal, emplearon el todo vale, y propusieron que los findes un anestesista pudiese llevar un quirófano y medio o dos quirófanos a la vez (hechos que solo he visto en privadas y pocas) e incluso han empleado personal no habitual del bloque quirúrgico. No sé si esto puede poner en entredicho la seguridad del paciente, el lema clave del hospital. Desde entonces, no sé cuantos incidentes de seguridad habrán ocurrido pero ya no hacemos esas sesiones de revisión de seguridad en el servicio, me pregunto si alguien los estará revisando", denuncia.

También alertó que su renuncia que "los problemas para cubrir puestos de anestesia han ido en incremento", con "mercantiles que desconocen el funcionamiento del hospital hacen guardias y mejor remuneradas, puesto que se les paga al doble/triple que al personal fijo".

Sin embargo, lejos de poder denunciar estas situaciones y ser escuchada, la exanestesista era castigada por hacer estas reclamaciones: "Mis quejas constantes por la situación actual han llevado a que me castiguen en la programación del próximo abril y sin previo aviso ni discusión, directamente se me ha vetado a realizar jornadas extraordinarias como complemento al salario base (aun a riesgo de quedarse vacante o ser cubierto por personal mercantil con dudosas aptitudes)".

Por todo ello, la trabajadora presentó su renuncia porque "no se valora el esfuerzo que pongo por realizar bien mi trabajo además de penalizarme por mis reclamaciones". "De verdad espero y deseo que las cosas mejoren un poco y todos vayamos encontrando nuevamente nuestro sitio en esta nueva etapa del hospital de Ribera", concluye su carta.

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