El Gobierno de Botsuana ha levantado la prohibición de cazar elefantes en el país, alegando el creciente impacto que el elevado número de estos animales está teniendo en la población, principalmente por la destrucción de cosechas y medios de vida.

El anuncio lo ha hecho el Ministerio de Medio Ambiente, en base a los resultados del informe publicado por una comisión creada por el presidente, Mokgweetsi Masisi, con el fin de valorar las consecuencias que la medida estaba teniendo en la población.

Botsuana cuenta con la mayor población de elefantes del mundo, unos 130.000, la mayoría de los cuales viven en el norte del país, en la frontera con Zambia y Zimbabue. En 2014, el entonces presidente, Ian Khama, decidió prohibir su caza.

Según ha explicado el Ministerio en su nota, la comisión llegó a la conclusión de que "el número y los altos niveles de conflicto entre humanos y animales y el consiguiente impacto en los medios de vida estaba aumentando".

Así las cosas, ha asegurado que trabajará con todas las partes para que la autorización de la caza de elefantes "se haga de forma ordenada y ética" y conforme a las leyes sobre conservación de la fauna salvaje del país.