Situación crítica
Barajas, convertido en un albergue ilegal: espejos rotos y baños que son auténticos lodazales
Los detalles Cientos de personas duermen cada día en el aeropuerto madrileño ante la falta de alternativa habitacional. La situación ha causado la proliferación de plagas de chinches, pulgas, cucarachas y arañas.

Resumen IA supervisado
El aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas enfrenta una crisis de sinhogarismo, con más de 400 personas pernoctando diariamente, lo que ha generado problemas de seguridad, salubridad e higiene. Esta situación ha derivado en plagas y condiciones deplorables en los baños, afectando a los trabajadores, como Ana, una limpiadora que sufrió una agresión mientras realizaba su labor. A pesar de los controles recientes, el trasiego de personas continúa. Salvador, quien lleva tres años viviendo en el aeropuerto, denuncia la falta de alternativas habitacionales y la inacción de las administraciones, afirmando que ha estado en peligro y ha sido víctima de robos y agresiones.
* Resumen supervisado por periodistas.
Barajas se ha convertido en un albergue ilegal que está causando problemas de seguridad para los trabajadores del aeropuerto, de salubridad y de higiene. Cientos de personas acuden aquí cada día para dormir ante la falta de alternativa habitacional.
Esta situación ha causado la proliferación de plagas de chinches, plagas, cucarachas y arañas. Para ver las condiciones en las que se encuentra el aeropuerto, laSexta ha envido un equipo que ha grabado cómo en los cuartos de baño se pueden ver incluso espejos rotos.
De esta forma, los aseos se han convertido en auténticos lodazales llenos de papeles, orines y heces. Esta es la realidad a la que los trabajadores deben enfrentarse en la T2 y la T4. Sin embargo, reconocen que con los controles que se pusieron en marcha el pasado jueves, hay menos gente, aunque a lo largo del día el trasiego de gente sigue siendo el mismo.
Ana, una limpiadora de la Terminal 2 de Barajas que ha declarado esta semana en los juzgados de Plaza Castilla tras sufrir una agresión por parte de uno de los sintecho que duermen en el aeropuerto, asegura que trabajan "con mucho estrés y mucho miedo" porque estas personas "hacen lo que les da la gana, parece que el aeropuerto es suyo".
El sinhogarismo en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, donde más de cuatrocientas personas pernoctan diariamente, lleva ya varias semanas en el centro de la pelea política entre administraciones, pero "esto lleva mucho tiempo, no es de ahora. Y desde hace un año o seis meses, la cosa es espantosa", explica a EFE esta trabajadora de 57 años.
El 8 de marzo, Ana llamó a la puerta de uno de los baños para personas con movilidad reducida avisando que tenía que limpiar y el hombre que estaba dentro salió a insultarle, le escupió en un brazo y le lanzó un trozo de heces a la cara, que la mujer pudo esquivar, además de amenazarla: "Cuando salgas te voy a matar", relata a EFE la limpiadora.
Cuando llegó a la comisaría de la T4 para denunciar, "como este señor es archiconocido, ya le habían detenido", pero por poco tiempo. "Le veo cada fin de semana, que es cuando trabajo, porque está allí. El 19 de abril, en el mismo baño, alguien me llamó por mi nombre, me di la vuelta y era él. Te vengo a pedir perdón, me dijo; pues no te lo concedo, le contesté. Entonces me amenazó con que me estaba grabando".
"Tenemos desánimo de denunciar porque son indigentes y no les pueden hacer nada. Les quitan de un lado y se van a otro. El aeropuerto está abierto y ellos se menean por donde quieren", añade.
Nunca ha encontrado jeringuillas en la T2, ni tampoco chinches como en la T4, donde "me han dicho compañeros de seguridad que les han picado. Y a una compañera le tiraron pis a la cara, porque por la noche orinan en botellas y las dejan allí, al igual que los cartones y restos de comida".
También hay "gente que se porta bien, que duerme allí y que trabaja pero no pueden pagarse otra cosa. Hablé con una persona que trabaja en el propio aeropuerto", añade.
Salvador, tras tres años viviendo en Barajas, denuncia su situación
Por su parte, el quipo de La Roca ha hablado con Salvador, que lleva tres años viviendo en el aeropuerto.
Esta persona asegura que nadie le ha ofrecido una alternativa y denuncia que su vida ha estado en peligro durante este tiempo. "He sido robado, me han intentado agredir", afirma. También critica la falta de acción de las administraciones: "Están jugando con vidas humanas".