Incendios
Los motivos por los que el viento es el peor enemigo de los bomberos en las labores de extinción
¿Por qué es importante? Tras una ola de calor de más de dos semanas, ahora, el enemigo de los bomberos es el viento, pues aumenta la disponibilidad de oxígeno, lo que se traduce en una mayor velocidad de propagación.

Los más de 20 incendios que enfrenta España no dejan indiferente a nadie, y si no, que se lo digan a los miles de efectivos desplegados por diferentes territorios de España para intentar controlar las llamas. Después de dejar la eterna ola de calor de lado, lo que más preocupa ahora es el viento.
Por las noches, el viento sopla tan fuerte que rodea de humo y pavesas a los efectivos de la UME que trabajan en el incendio de Porto, en Zamora. Las fuertes rachas son capaces de transformar un pequeño incendio en uno con consecuencias devastadoras:
- Aumenta la disponibilidad de oxígeno, lo que acelera la velocidad de propagación.
- Transporta las brasas y chispas
- Es capaz de inclinar las llamas, acercándolas a la vegetación
- Cambia la dirección del fuego
Es el gran enemigo en la extinción de los incendios, porque en cuestión de minutos hace que las llamas salten de un lado a otro, formando lenguas gigantescas. En Zamora, ha puesto en riesgo a la central hidroeléctrica de Moncabril. Después de nueve días de fuego en Jarilla (Cáceres), las autoridades empiezan a ser optimistas, pero las últimas horas no han sido fáciles por culpa del viento.
Uno de los incendios que más preocupan en Galicia, el de Larouco, registra rachas aún más fuertes. Xosé Bietio, agente ambiental del UDEX, asegura que las cotas más altas alcanzan los 70 u 80 km/h. Esto provoca que ardan miles de hectáreas en muy poco tiempo. De hecho, en el foco de Larouco se han carbonizado 10.000 hectáreas en las ultimas 48 horas, reduciendo ya más de 30.000 ha a cenizas.