Rastrean hasta el último palmo de una nave industrial. Hasta que el georadar pita y dan con él: es el cuerpo de Etmont, alias 'El Gordo'. Uno de los principales traficantes de marihuana en Cataluña. Lo encuentran cubierto de cal viva y hormigón vestido y con un disparo en la cabeza.
"Se producen robos o rencillas entre gente que sabe donde están las plantaciones o peleas que pueden acabar con muertes", explica Jordi Doménech, inspector de Mossos d'Esquadra. En el caso de 'El Gordo', la investigación apunta a que le mató y le traicionó uno de sus grandes aliados: el electricista de la nave de marihuana.
Los agentes sospechan que le quiso arrebatar el negocio de la marihuana y otra de las cosas que más quería: Valentina, su novia, a la que explotaba sexualmente. "El móvil de este crimen sería que Etmont sobraba en este triángulo", añade Jordi Doménech.
Durante la investigación del asesinato, los Mossos dieron con 2.900 plantas de marihuana en diferentes propiedades de la banda y detuvieron a más de 12 personas.
Se trata de un negocio muy goloso: con una inversión de 6.000 euros conseguían ganar 260.000, según la investigación. Las incautaciones en Cataluña en los últimos años se han multiplicado por tres. Aunque la violencia entre quienes la trafican tampoco para de aumentar.