Elhallazgo del cuerpo sin vida de Olivia, la mayor de las niñas de Tenerife desaparecidas junto a su padre, ha conmocionado a toda la sociedad. Ahora comienzan a tomar sentido las últimas palabras de Tomás Gimeno, que le aseguró a la madre que no las volvería a ver.

En varias llamadas telefónicas antes de la desaparición el pasado 27 de abril, Gimeno le dijo a Beatriz que "no se preocupara porque él se iba a encargar bien de ellas".

Esa noche Beatriz llamó hasta siete veces a su exmarido para tratar de localizarle tras haber recogido a sus hijas y no haberlas entregado en la fecha y hora acordadas. En una de esas llamadas, le dijo que nunca iba a volver a ver a sus hijas, según la denuncia, a la que tuvo acceso laSexta.

El documento señala que "entre la denunciante y Tomás Antonio Gimeno no existe convenio regulador ni sentencia judicial para las visitas de las menores" y relata cómo la denunciante se trasladó "al domicilio de Tomás Antonio para recoger a sus hijas, no encontrándose ni este ni ellas en el domicilio".

La mujer, al no tener noticia, llamó a Tomás, quien le dijo en esa primera llamada que "había salido a cenar con las niñas" y que "al acabar se las llevaría a su domicilio". Sin embargo, sobre las 21:59 horas, y tras no recibir noticias de las menores, volvió a contactar con el padre, según la denuncia, quien esta vez le contestó que "no iba a volver a verlas ni a él", que "no se preocupara porque él se iba a encargar bien de ellas".

En otra llamada, realizada en el Cuartel de la Guardia Civil de Radazul, el padre se mantuvo en los mismos términos manifestando que no iba a volver a verle a él ni a las niñas. Tras otra llamada sin éxito, sobre la 1:30 de la madrugada, mantuvieron una "larga conversación en la que hablan cosas de su relación y en la que él le dice que se va a ir lejos y que no va a volver a ver a las niñas", reafirmando su postura.

Tras el hallazgo del cadáver de la mayor de las niñas, Olivia, el dispositivo de búsqueda del buque Ángeles Alvariño continúa sin descansoy se centra en poder localizar el cuerpo de Anna, así como el del propio Tomás Gimeno.